La primera vez que vi que se hiciera; no se desde cuando se haría, pero fue la primera que yo lo vi; fue por allá un poco antes de mi cumpleaños, en 1989, cuando por la muerte de Dámaso Pérez Prado, el mismo del mambo; aquel boxeador, el "maromero" Paez, antes de empezar una de sus peleas, pidiera él mismo un minuto...de aplausos. Desde entonces veo casi siempre que alguien muere ya sea en estadios de fútbol o cualquier lugar donde haya gente reunida, se pide por el sonido local, "guardar respetuosamente un minuto de silencio" y la gente respetuosamente guarda...un minuto de aplausos y yo me pregunto, ¿por que aplausos? Cuando vi lo del "maromero" pensé, bueno, fue por una persona que se dedicó al espectáculo y puso a muchos a bailar, pero de ahí a que cada que alguien muere, no importa que sea un torero, un político (bueno a ellos no), deportista, artista, escritor o por las muertes de un desastre natural en algún lugar del mundo la gente empiece a aplaudir, no lo entiendo. Me llamó la atención cuando llegué a vivir al pueblo en donde radico por trabajo, que cuando hay un cortejo fúnebre, llevan el cuerpo en el vehículo y la gente atrás siguiéndolo, con música, incluso en ocasiones con mariachi. Cuando un policia muere en cumplimiento de su deber, ahí va el cortejo, con algunas patrullas, con las sirenas a todo lo que dan. No se en que otros países se haga igual, pero pareciera que lo que menos queremos es guardar silencio, como si tuviéramos temor de meditar en que no estamos exentos de que pudiéramos ser víctimas de un desastre natural. Pienso que al guardar un minuto de silencio, sería para acompañar a los familiares del fallecido, pero no, hacemos todo lo contrario, como si quisiéramos no escuchar nada mas que el escándalo que hacemos, no vaya a ser que la muerte ande cerca y se le ocurra decirnos algo, o quisiéramos olvidar que algún día nos va a suceder lo mismo. Parece que no queremos tomar un momento para pensar, escuchamos música estridente, entre mas saturada de sonidos mejor, como para no pensar que existen decepciones. Tal vez sea eso, evitamos pensar y hacer como que no nos va a pasar eso mismo, como el que sabe que le viene un problema y mejor voltea a otra parte como si de esa forma desaparecieran los problemas. Hay algunos que dicen que los mexicanos nos reímos de la muerte por aquello de que se celebra el día de muertos. Yo mas bien creo que le tememos mucho y preferimos estar bien con ella para que así no nos lleve, de ahí el culto a la santa muerte. Creo que somos como Macario, el cuento de Bruno Traven en el que el protagonista a nadie le da de comer, ni a Dios, ni al diablo, pero cuando se le aparece la muerte, prefiere compartir con ella, así al menos mientras ella coma él vivirá. Como si de tanto temor que le tenemos a la muerte, tratáramos de borrar eso que el sonido local nos acaba de recordar.
martes, 23 de agosto de 2011
domingo, 12 de junio de 2011
Antes muerto que sencillo
Hacia mucho tiempo que no escribía, no creo que haya sido muy extrañado, después de todo lo que llego a escribir es para mi mismo y para alguno que otro que tenga curiosidad o que por accidente de con mi blog. Hacia también mucho tiempo que no iba al cine, menos de lo que tenía de haber escrito, y por lo mismo, no me había dado el tiempo para ver ciertas cosas y preguntarme a mi mismo, mimismo, ¿desde cuando el cine dejó de ser un lugar solo para pasar la tarde y ver una película acompañado de las indispensables palomitas, de manera relajada? Mi pregunta es porque pareciera que el cine se ha vuelto un lugar al que se va a presumir lo que se lleva puesto, los zapatos mas apantalladores, el vestido mas llamativo, etc. algunas veces parece que van al antro y no a ver X-men, un lugar al que van a mostrar o a aparentar que no estan jodidos. Esto no tiene que ver con que tengan buen gusto, eso es otra cosa. Entre toda la fauna cinéfila hay de todo, desde la chava que no quiere dejar de ser sexy, hasta la que de tanto querer parecerlo, se ve corriente. La semana pasada fuí a una sala de cine y como tenía tiempo antes de la función, no pude evitar ver todos los ejemplares que pasaban delante de mí, la chica, pero que trae el pantalón que pareciera que se lo puso y después creció dentro de él, la mujer un poco mas grande que usa unos tacones mas grandes que una regla de escuela y se nota a leguas que no sabe usarlos, estuve a punto de ayudarle porque pensé que se iba a caer; el acompañante que trae una playera ajustada, que muestra toda la barriga, eso si, forrada; zapatos de Adalino o botas de las mas puntiagudas; o los que traen tenis de los mas caros, eso es otra pregunta que me hago, ¿por que muchas veces los señores que usan tenis del tipo que se ven que no son nada económicos, son los que mas se nota que no corren ni para agandallar un buen asiento para ver la película, todo lo contario, lo que si lucen son prominentes panzas? En fin entre que me contesto esas preguntas, voy a estar sin dormir varios días (ajá), tal vez hoy vaya de nuevo al cine, con mis converse y alguna playera, después de todo es mi día libre.
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