Gracias

En la última ocasión que estuve aquí, escribí, que estaba en un proceso que terminaría cuando tuviera que terminar, nunca antes. Pues bien, hoy 9 de agosto, casi dos meses después de que escribí eso, termina, no el proceso, pero si algo que está ligado a ello.

No se si siete años y tres días sean mucho o poco tiempo, lo que si se es que muy a pesar de todo lo sucedido, ha sido un buen tiempo. Tengo mucho que agradecer, aprendí mucho, en muchos aspectos soy mejor persona de lo que era hace siete años y estoy seguro que aún no había terminado, que podría haber sido aún mejor, pero por esas cosas de la vida, hoy llega a su fin.

No tengo nada que reprochar, recibí mucho, tal vez más de lo que di. No me queda más que ver hacia adelante.

Si bien este medio es en cierto modo una forma de desahogo, no voy a profundizar mucho sobre el tema. Hay cosas que prefiero guardar para mí solamente y tengo el medio para hacerlo, en algún momento lo comencé y lo abandoné, todo es cuestión de localizarlo y retomarlo de nuevo.

Al momento de escribir esto son las 10:05pm, es casi exactamente la hora en que se cumplirían los siete años y tres días. ¿Casualidad?

Un año

Muchas cosas han pasado desde hace un año, hasta el día de hoy, ha sido un año difícil, complicado, con mucho que pensar y más que arreglar, para no caer en los mismos errores. Momentos en que se ha sentido temor de que no haya esperanza de mejorar, de hacer lo mismo que se había hecho. Momentos duros, pero con el deseo de que lo que venga sea mejor, ver atrás, para recordar lo que no debe de repetirse.

Ha sido un año también, para ver hacia dentro de un mismo, para darse cuenta que pese a lo tremendista del momento, después de todo no se es tan malo como pudiera llegar a pensarse y que si en este momento no se está todo lo bien que se deseara, hace 366 días, se estaba peor. Que ha habido un avance, pequeño puede ser, pero se ha avanzado.

Un año para meditar, dar la cara a todo eso que incomoda y por lo tanto, no se quiere ver de frente, pero que es necesario y hasta útil.

¿Que si ha dolido? Mucho. Cuando nos encontramos con nosotros mismos, a quien no podemos engañar y tratar de hacerlo, pensarlo siquiera; sería como cruzar una calle y cerrar los ojos, creyendo que de esa forma no nos atropellarán; es un momento en el que nos sentimos indefensos.

¿Necesario? Definitivamente si. Tenía que verme a mi mismo, tal y como soy, sin escuchar lo que otros puedan opinar de mí.

¿Me gustó lo que vi? No. Al principio veía, tal vez de forma natural, que todo era malo, nada tiene remedio y si lo tiene, está muy lejos, pero con el paso de tiempo, veo que si bien, mucho estaba mal, no era todo; que todo tiene remedio, no necesariamente el que pudiera querer; y no está tan cerca, pero con esfuerzo lo puedo alcanzar.

Ahora me encuentro en un momento en la vida en el que me he dado cuenta de que quiero y que no quiero repetir. Puedo no ser bueno totalmente, pero no soy totalmente malo tampoco. Soy solo alguien que quiere aprender de sus errores para no repetirlos. Que está aprendiendo de sus errores y que no quiere lastimar a nadie inconscientemente y mucho menos consciente.

Un año, es solo el inicio de un proceso que terminará cuando deba de ser, nunca antes, voy a dedicarle todo lo que sea necesario, por todos aquellos que me conocen, quienes están a mi lado, pero por sobre todas las cosas, por mí mismo.

15 tweets de fama

Hace unos días andando en Twitter me llamó la atención una serie de mensajes en respuesta a un comentario que hizo una chica, dentro de un hashtag que era algo así como "unfamosoquemehacontestado". El comentario era sobre como sentía que un columnista través de su cuenta de Twitter la había tratado de lugar. El problema fue que dos columnistas de grupo Reforma, pero de diferentes ciudades, tienen similares cuentas de Twitter y ahí comenzó la confusión que luego se aclaró.

Lo que me llamó la atención no fue tanto eso, si no lo que vino después. Una serie d respuestas de mas de un seguidor del columnista. Comentarios que iban desde "se m hace que estas equivocada amiga", hasta "esa vieja está loca".

Me parece difícil de creer que con tanta seguridad, por el hecho de que un usuario es famoso, conocido o simpático, se descalifique a alguien que dice algo de él. No creo que todos los que defendieron al usuario de esa cuenta contra la malvada usuaria que levantaba un falso; según ellos, conozcan al columnista como para esta tan seguros que es incapaz de hacer algo como lo que se dijo. ¿Hasta donde se puede llegar para defender a un personaje público?

Me cuesta trabajo creer que con tantos medios de comunicación que tenemos al alcance, con tantos avances tecnológicos que hay, que podemos saber lo que dice un personaje al otro lado del mundo, prácticamente al instante, sigan muchas personas como en el tiempo en que se daba por hecho que era verdad, solo porque lo decían en el noticiero de Jacobo. Tristemente se comprueba que por muchos medios de comunicación que haya, no es garantía de que se formará una opinión y se sigue prejuzgando, afortunadamente no es e general.

Hace tiempo se hizo famosa la frase e "la caja estúpida", para referirse a la televisión eso, con la explicación de que se está sujeto a lo que el canal quiere transmitir. Ahora una parte de lo que vemos en internet, es producto de lo mismos usuarios, entonces ¿estaremos hacendo una especie de caja estúpida de la computadora?

Se ha dado un fenómeno curioso, ahora resulta que se han hecho personalidades a usarios de redes sociales. Ya hay quienes hacen presentaciones o dan conferencias, si es bueno o malo, no lo se, probablemente tengan mucho que decir, tal vez no, lo que es mas probable es que por lo menos ahora lo que si hay es quien quiera escucharlos.

No necesariamente porque tenga muchos seguidores se hace famoso u usario de una red social,hace poco una usuaria de Twitter con solo algo así como 300 seguidores, llegó a ser TT, solo por publicar unos cuantos comentarios que pudieron ser hasta graciosos.

Como todo, creo que por muchos personajes mediáticos que se puedan crear con las redes sociales, al final qudarán los que tengan algo importante que decir y los demás pasarán, seguramente, como han pasado ya muchos. Tal vez hemos llegado al futuro que predijo Andy Warhol y esos usuarios de redes sociales, están cumpliendo su cita "En el futuro todos tendrán sus 15 minutos de fama mundial".

Con ganas

Después de mucho tiempo, vuelvo aquí. Se que muy probablemente me quede solo, no tengo aspiraciones ni siquiera de tener cuatro lectores como Catón, después de todo este es un espacio personal, si alguien llega y hace una pequeña parada por aquí y le gusta lo que hay escrito, excelente, si no, adelante.

De entre todas las frases hechas que se dicen una y otra vez, hay una que me da vueltas en la cabeza cada que la escucho, "echarle ganas". Echale ganas, le voy a echar muchas ganas, vamos a echarle ganas... Y yo me pregunto, ¿que es exactamente "echarle ganas"? Digamos que me dedico a picar piedra, si le voy a echar ganas, pues voy a picar piedra con muchas ganas pero ¿y si lo estoy haciéndolo de la manera equivocada? Llegaría un momento en que ni todas las ganas del mundo alcanzarían para compensar el que no tenga los resultados que se supone, debería de tener. Lo que en realidad se necesitaría es prepararse, buscar la forma correcta para que lo que hago se haga de la manera correcta y quien sabe, tal vez hasta con menos esfuerzo. Creo que la dichosa frase, como muchas otras que se usan una y otra vez, se han ido quedando en lo superficial, solo por encima, sin fondo. Que tal si la próxima vez que alguien me diga "echale ganas" le preguntara yo ¿y como? Tal vez, solo tal vez, entre los dos se buscara la forma de encontrar el significado de lo que se dijo y esa frase dejara de ser como uno de esos saludos que a veces recibimos al llegar a algún lugar, pero que es solo eso, una frase sin fondo y que en realidad no la siente ni el que la dice ni el que la recibe.