martes, 24 de enero de 2012

Con ganas

Después de mucho tiempo, vuelvo aquí. Se que muy probablemente me quede solo, no tengo aspiraciones ni siquiera de tener cuatro lectores como Catón, después de todo este es un espacio personal, si alguien llega y hace una pequeña parada por aquí y le gusta lo que hay escrito, excelente, si no, adelante.

De entre todas las frases hechas que se dicen una y otra vez, hay una que me da vueltas en la cabeza cada que la escucho, "echarle ganas". Echale ganas, le voy a echar muchas ganas, vamos a echarle ganas... Y yo me pregunto, ¿que es exactamente "echarle ganas"? Digamos que me dedico a picar piedra, si le voy a echar ganas, pues voy a picar piedra con muchas ganas pero ¿y si lo estoy haciéndolo de la manera equivocada? Llegaría un momento en que ni todas las ganas del mundo alcanzarían para compensar el que no tenga los resultados que se supone, debería de tener. Lo que en realidad se necesitaría es prepararse, buscar la forma correcta para que lo que hago se haga de la manera correcta y quien sabe, tal vez hasta con menos esfuerzo. Creo que la dichosa frase, como muchas otras que se usan una y otra vez, se han ido quedando en lo superficial, solo por encima, sin fondo. Que tal si la próxima vez que alguien me diga "echale ganas" le preguntara yo ¿y como? Tal vez, solo tal vez, entre los dos se buscara la forma de encontrar el significado de lo que se dijo y esa frase dejara de ser como uno de esos saludos que a veces recibimos al llegar a algún lugar, pero que es solo eso, una frase sin fondo y que en realidad no la siente ni el que la dice ni el que la recibe.

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