Tanto esperar a que lleguen las vacaciones de fin de año y duran
tan poco tiempo. Ya a punto de terminar el primer mes del nuevo año, que a
estas alturas no parece tan nuevo. Que cosas, ya pasaron cuatro semanas, esto
del año nuevo se parece a los éxitos musicales de estos tiempos, la mayoría si
se escucharon hace dos semanas ya casi caen en el baúl de los recuerdos, si
bien les va.
Ya pasaron más de cinco semanas en las que he tenido tiempo
de pensar sobre lo que ha pasado, en donde estoy y lo que viene. Sé que lo más
probable es que a nadie le importará lo que un tipo al que la gran mayoría no
conoce, escribe o por lo que está pasando, y muy probablemente tendrán cosas
más importantes que hacer que detenerse a leer las reflexiones trasnochadas de un
servidor, pero a final de cuentas normalmente los que escribimos lo hacemos
para nosotros mismos, así que aquí voy, “mimismo”.
En más de una ocasión me he puesto a pensar en lo que pude
haber hecho mejor, no es algo con lo que me agobie, pero si lo he pensado mucho;
si bien es cierto, habría muchas cosas que se podrían haber hecho de mejor
manera, pero se hicieron así y es lo que queda, con sus consecuencias buenas o
malas. Lo hecho, hecho está.
A menudo me hago la pregunta de ¿cómo estar en equilibrio en
la vida? Creo que en el pasado encontré el equilibrio, no diré que el equilibrio
perfecto, sería exagerar, pero si un equilibrio, ¿cómo decirlo? Mmm… bastante
equilibrado (Sí, así con todo y la redundancia).
Las cosas funcionaban, avanzaban, había planes, había muchos
momentos buenos, risas, fines de semana, semanas completas, vacaciones,
complicidad, felicidad; todo esto muy padre. Pero había una parte que no cuadraba,
algo que por donde se le viera no era correcto, que se necesitaba mejorar, por
lo menos, de preferencia cambiarlo, eliminarlo.
No es aceptable que al haber algo muy bueno, deba haber un
lado oscuro para equilibrar las cosas, nunca lo pensé de esa manera, pero puede
haber quien si lo crea así, no conozco a nadie que así piense, pero sería un
error.
Pero por difícil que pueda ser creerlo, funcionaban las
cosas. Como el acumulador que guarda más y más cosas que no necesita y todos lo
que vemos es un cuarto en donde no se distingue dónde comienza y dónde termina
algo, pero el acumulador sabe dónde están las llaves. Para él su casa está en
equilibrio, sabe perfectamente el lugar de cada cosa, mientras que en realidad
es probable que muera aplastado por su propia acumulación.
Sería exagerado decir que alguien moriría en el equilibrio
en que me encontraba, pero como con el acumulador, no era la manera correcta,
había que hacer un cambio, alguien debía dar ese paso, hacer algo, de ser
posible apoyándose.
He escuchado de alcohólicos que un buen día deciden dejar sus
vicios; todo indicaría que como era lo que le pedían los que lo rodeaban, su
relación sería felicidad, final feliz. En lugar de eso, termina, cada quien
toma su camino, pero ¿por qué? ¿No se supone que el alcohólico por fin se dio cuenta
de que estaba mal y de lo que debía corregir? ¿Por qué la persona que pedía el
cambio se va ahora que se da lo que llegó a pedir?
Probablemente porque a pesar de que para todos, incluso para
el que llegó a exigir un cambio, las cosas estaban mal, en lo íntimo había un
equilibrio en su relación, equilibrio en lo negativo. Difícil de creer.
Entonces ¿no hay manera de que las cosas se corrijan y
continuar juntos?
¿Sería mejor no haber hecho nada, con la lógica “si funciona
no cambies nada”?
Me resisto a aceptar que no haya esperanza, que sea, o quedarse
así en algo que a todas luces es dañino para todos los implicados o tratar de
cambiar en el entendido de que se va a terminar en el proceso. No, debe haber
más de dos sopas.
¿Y si no fuera solamente uno el que debe de dar el paso de
comenzar a cambiar?
¿No es posible que si bien alguien comete un error, también alguien
más lo pasa por alto o lo acepta una y otra vez?
Se dice que aquello que se critica de los demás, muy
probablemente es lo que nosotros mismos hacemos. ¿Será acaso que al pedir que
alguien corrija algo que nos está afectando, en el fondo no nos damos cuenta que
también estamos pidiendo ayuda para nosotros mismos?
Es complicado encontrar equilibrio, para darnos cuenta que
en ese equilibrio se es una persona que no se quiere ser, pero más difícil aun
no darse o no querer darse cuenta de eso mismo.
Entonces ¿que esperar? Tal vez nada, solamente tratar de superar
lo vivido, quedarse con todo lo bueno, aprender de los errores cometidos; a
final de cuentas nada más se puede hacer lo que a cada uno le corresponde, no
se puede obligar a nadie que haga algo que se supone que está bien o es lo
correcto aunque esa misma persona haya aceptado hacerlo en otro momento, porque
quizá lo aceptó orillada por el momento, pero después lo pensó mejor y ya ha
encontrado su propio equilibrio o prefiere seguir en el supuesto equilibrio en
el que ya se encontraba en lugar de hacer algo, de remover hasta donde sea
necesario por temor a lo que pudiera salir o porque no tiene interés o hasta por
comodidad, porque si se ve con detenimiento se requiere de trabajo, sacrificios,
de esfuerzo y como muchas otras cosas, lo más sencillo es quedarse en dónde
estamos y como estamos, eso no requiere de esfuerzo y mucho menos sacrificio
alguno.