Por alguna extraña razón, el mes de septiembre lo tengo siempre presente, todo empezó al inicio de mi vida en el exterior. Pero no es solo porque sea mi cumpleaños en septiembre o porque se celebren Independencia, Niños héroes o la fundación de mi ciudad, Monterrey. En septiembre han sucedido muchas cosas desde que tengo uso de memoria y muchas mas antes de que la usara.
Una de las primeras que podría mencionar, el temblor de la ciudad de México, recuerdo que acababa de entrar a la secundaria y vi la noticia en mi casa, no alcancé a notar de que tamaño era la desgracia hasta un poco después. Luego, ya en la prepa, un tremendo huracán que al parecer no se esperaba tan fuerte, que azotó Monterrey, casi el mismo día de la Independencia. Pasó el tiempo y ya entrado el milenio, el tan llevado y traído 11 de septiembre, que unos cuates, tarados, que odiaban a los Estados Unidos, decidieron matar gente de varias nacionalidades.
En lo personal, el mismo 11 de septiembre, pero de otro año, significó algo mas, no era que me pusiera trágico, tal vez era mas bien un poco de nostalgia, al ver, no literalmente, a un familiar irse lejos, que en ese momento, no se sabía si se volvería a ver o cuando se volvería a ver. Tal vez era nostalgia por saber que cuando se estuvo cerca no se dijeron muchas cosas y se desperdició el tiempo en cosas poco agradables.
Obviamente no era que uno quisiera que se quedara, yo habría hecho lo mismo si se me presentara la oportunidad, no porque este deseoso de irme; pero no deja uno de sentir que tal vez pase mucho tiempo antes de volver a ver a esa persona; que haya vuelto ya una vez, por cualquier razón, es otra cosa, pero en ese momento no era posible saberlo.
Pero para cuando nos damos cuenta ya ha pasado una semana, un mes, un año y nos damos cuenta de como ha pasado el tiempo, solo pienso, en que deseo que esté lo mejor posible.
Septiembre está lleno de fechas importantes para mi y aunque quisiera, no podría pasar de largo, ninguno de sus días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario