Todos llegamos a caer en algo parecido al condicionamiento,
hacemos algo bien y aunque sea muy en nuestro interior esperamos la palmada en
la espalda de aprobación como reconocimiento al buen trabajo hecho.
En todo prácticamente funcionamos así, en la escuela, el
trabajo, con nuestros padres, en pareja. Es parte de nuestro comportamiento,
podría decirse que hasta es una necesidad, eso probablemente los especialistas
en comportamiento humano lo podrían explicar mejor, lo que es cierto es que de
no darse se cae en una desmotivación (¿será la palabra correcta?.
Así también en otras áreas o situaciones estamos
condicionados. ¿Cuántas veces no se presenta una situación que nos trae a la
mente otra y así sucesivamente, como si fuera una lista de pasos que se van cumpliendo
en forma más o menos consecutivos?
Podría decirse que nos hemos acostumbrado o nos han acostumbrado
a que al presentarse el paso A, inevitablemente sigue el paso B y así hasta que
se cumplen uno a uno los pasos para terminar con un ciclo.
Pero, ¿se puede culpar a alguien si luego de tanto tiempo de
experiencia de ver todos y cada uno de los pasos que se van dando, quiera
evitar pasar una vez más por el resto de los pasos que se irán dando?
¿Eso es suponer o simplemente es que se han tenido tantas
ocasiones ya para comprobar que después del 1 sigue el 2?
¿Puede acusarse de hacer suposiciones en base a nada por
salirse de esa dinámica o será que suponer que en esta ocasión las cosas serán
distintas es más un deseo que tener bases para esperarlo?
¿Qué haría pensar que en esta ocasión las cosas serán todo
lo contrario a lo que la experiencia y el tiempo se han encargado de demostrar una
y otra vez la manera en que se van desarrollando situaciones similares?
¿Qué tanto es tratar de justificar, esperar que ahora las
cosas no serán igual que en el pasado, a veces muy reciente? ¿Qué tanto son
solamente buenos deseos?
¿Por qué esperar resultados distintos si las cosas se hacen
igual una y otra vez?
Si las cosas no son como aparentan, ¿por qué no aclararlo lo
antes posible y no dejar que pasen horas y horas y con las horas, días, semanas…?
¿Por qué dejar las cosas a la interpretación cuando es tan
fácil dejarlas bien claras?
Estas y otras preguntas me gustaría contestarlas, no suponerlas,
sino encontrarles una respuesta.
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