martes, 31 de agosto de 2010

El taco "nice"


Todos en algún momento hemos comido al menos una vez tacos. Se podrá presumir de muchas cosas a la hora de hablar de la alimentación, que si se asiste a los mejores lugares de la localidad, que si a mi lo que me importa es el servicio, que si mi paladar es demasiado refinado como para comer lo que los nacos comen; pero ya sea en casa o en la calle, alguna vez hemos caido a la tentación de comernos unos buenos tacos; despues de todo, para los mexicanos, el taco, es lo que a los vecinos del norte la hamburguesa o el hot dog o a los japoneses, esos fideos que hasta en los estadios venden. Y que decir si uno como hombre quiere quedar bien con una chica, lo último que nos pasa por la cabeza es llevarla a comer tacos (bueno, depende, habrá quienes si). Pero bueno, si de comer lo que pudiera llamarse "comida rápida mexicana" se trata, hay que irlo adaptando; si en un tiempo tomar tequila era considerado como una última opción, luego de que Jimador "afresó" la bebida con su publicidad, ya pedir una botella de tequila en un antro, no es visto con ojos de extrañeza o de "vienen a gastarse la quincena".

Pero volviendo a los tacos, los podemos encontrar establecidos o en su carrito en alguna esquina. Pues en una de esas tantas vueltas a León, Gto. que me doy, andando por la zona mas acomodad de la ciudad, un buen día me dí cuenta que había una humadera que no había antes, y gente alrededor de la misma, y un letrero que anunciaba la venta de tacos. Luego de un tiempo me convencieron de ir; la verdad sea dicha, eso de comer tacos en la calle lo agarré hasta ya de mayor, y hasta la fecha, me llego a poner mamón y no donde quiera me acerco a comer. La primera impresión que me dió, no fue la del expendio propiamente dicho, mas bien, de la persona que está ayudando a acomodar los coches que van llegando, un hombre de unos 28 años y vestido de una manera que si bien era informal, se veía bien, nada que ver con lo que puede uno imaginarse de un viene-viene común y corriente. Como es un lugar en la calle, cada quien se va a comodando como puede en las calles cercanas, asi que puede que haya que caminar media cuadra cuando mucho. Ya llegando a la esquina taquera y viendo la variedad del menú, se notaba lo que dije antes, la adaptación, en este caso, a la clientela, no se trataba de dar nada mas tacos de carne llena de nervio o cosas así, mejor, sirloin, arrachera, rib eye, etc. Las personas que atendían se veían del tipo del que habita la misma zona acomodada de la ciudad, por su aspecto sobre todo. De la clientela, ¿que decir? pues vuelvo a lo anterior, podemos notar en el aspecto de la persona, en la vestimenta, en la forma de hablar, en el coche que conducen, mas o menos de que extracto social son. Así que entre camisas Abercrombie, Lacoste, coches Audi o camionetas enormes de reciente modelo, relojes caros, acentos fresas y pláticas sobre cargos a su tarjeta de crédito equivocados, llegamos a pedir nuestra orden.

Uno puede no extrañarse de que en un lugar al que va gente de clase social baja, los modales escaceen, como que me pasen por enfrente de la cara el brazo, porque quieren alcanzar la sal; lo que se puede notar en esta parada, es que no importa que tan presumido se pueda ser, que tan de la alta sociedad se pueda ser o sentir, no importa tampoco que sea egresado de una universidad privada; las distancias entre extractos sociales se acortan y el agandalle esta presente a cada momento, como casi quitarle la silla a otra persona para ganarsela y hacerse como el que la virgen le habla.

Otra cosa que se ve, es que, si yo puedo caminar a lo mucho media cuadra, puedo decir que no es una distancia grande, pero, hay personas que de ser posible, prefieren evitar la fatiga, como una pareja de señores, no se podría decir que ancianos, mayores, si, pero no ancianos y que si pueden manejar, también pueden caminar unos pasos, pèro en lugar de eso, llegaron en su automovil de reciente modelo y subiendose a la banqueta esperaron a que se acercaran a tomar su pedido, como diciendo "tengo derecho".

Podrá ser en un mercado popular de un pueblo o en una zona medio alta-alta, los tacos son los tacos y nunca será lo mismo comerlos en Taco Bell, pero también, pareciera que por mucho que se presuma y por mas "nice" que sea el puesto de tacos, los modales y la educación, a algunos se les olvida o se adaptan al lugar en donde están o a lo que se cree que es la manera correcta de ser; ¿o será que se enseña el cobre?

viernes, 20 de agosto de 2010

Respeto

Nací en una familia católica, mi madre me enseñó las primeras oraciones; aún recuerdo cuando cuando me eseñaba a persignarme. De entre otras cosas que me enseñó, está el respeto, respeto a Dios y a los demás, no importa si está mas amolado que yo, si es mas prieto, feíto o andrajoso. También me enseñó a respetar a los demás por su creencia, después de todo, creen en el mismo Dios, decía. Recuerdo el regaño que me dió porque se enteró que me burlé de un compañero de escuela del que todos hacían burla por su manera un tanto afeminada de hablar, no es disculpa el que todos lo hagan, decía palabras mas, palabras menos.
Por eso ahora que escucho a un cardenal de la religión que yo pertenezco, siento, para empezar, pena ajena y pienso que le hizo falta un regaño de parte de su madre, ya que aparte de la forma en que se refirió a los homosexuales, incluyó la soberbia en sus palabras.
Es muy difícil practicar lo que se predica, si en los evangelios se pide que se ame al pecador, si para la iglesia católica, como todas las religiones cristianas el homosexualismo no es aceptable; ¿no debería el cardenal amar, aún a los homosexuales? ¿No debería de evitar la soberbia, al ser esta un pecado? ¿Por que convertirse en verdugos? ¿Qué hay que hacer en estos tiempos? ¿Crucificar homosexuales?
Es tanta la soberbia del cardenal, que agradezco que Cristo haya venido hace dos mil años, porque si viniera ahora, capaz que se le volvería a crucificar y tal vez no serían los judíos, si no los propios cristianos los que lo matarían. Y si viniera a México, podría ser que el propio cardenal Sandoval, estaría en primera fila, por que el condenado cometió el delito de haber abrazado a homesexules o como dijo el cardenal, maricones y lesbianas.
¿Por que esa obstinación de pretender que todos los habitantes de una ciudad, estado o país, se rijan por los preceptos o moral, de una religión, por muy mayoría que ésta sea?
Nunca me inscribieron en colegios religiosos, cosa que agradezco ahora que se un poco como son desde dentro. Pienso que una cosa es la instrucción o preparación y otra aparte la religión.
Yo cuando pienso en un sacerdote o en la religión católica, no pienso en los cardenales como el señor Sandoval Iñiguez, pienso mas bien, en el sacerdote que en mi ciudad puso con mucho esfuerzo un comedor para gente pobre, en el que servían dos comidas diarias; pienso en el sacerdote que a las tres de la mañana fue a ver a mi abuelo poco antes de morir o en el padre estadounidense, que en una colonia de mi ciudad, hacía él mismo bloques con una máquina prestada, para construir la capilla de la colonia en que estaba.
Ahora cuando me pregunten si soy católico, como Catón, voy a contestar, si, pero no tanto.

martes, 17 de agosto de 2010

Sociales

En mi tierra, cada viernes o sábado, de entre todas las secciones del periódico, deportes, local, nacional, etc. se incluían otras más, una de ellas, "Sociales", que no es otra cosa que eso, notas de sociedad, incluyen fotos, sobre bodas, quinceaños, graduaciones, despedidas de solteros, baby showers, nacimientos, etc. que por lo regular a nadie interesan, solo a los mismos que son protagonistas de dichas notas. En León, donde vivo cerca ya hace tiempo, la cosa no cambia mucho en el contenido, amigos por aquí, amiguis por allá, novios, novias, cuates en el antro, aniversarios, cumpleaños... etc. En la página de internet de un periódico local, al menos, salen noticias a diario (¡ah que sociedad tan activa!). Sinceramente, la gran mayoría de las personas que aparecen en esas secciones, puede ser que aparezcan otra vez, pero es muy probable que sea solo en esa sección, tal vez no por tener logros que a los demás mortales pueda importarles o que afecte positivamente a la sociedad. Muchas de las chicas y chicos posan para la foto ya sea en el antro o en la fiesta que cubre el diario.
Hablando por mi, de niño, quería ser importante, que me conocieran, que lograra hacer algo importante como para que mi foto saliera en el periódico. Tal vez podría al menos a medias, cumplir mi sueño de niño, asistiendo a una fiesta de alguien de sociedad, abriendome paso entre las personas para que sea reconocible mi imagen entre todos los que se acomoden. Pero, la verdad, pienso, ¿que final tiene el periódico? a fin de cuentas no es mas que papel, ¿cuánto me puede durar la "fama"? En el mejor de los casos el periódico termina limpiando las ventanas de una casa o de un negocio, tapando los cristales de una oficina que está en remodelación, prendiendo el carbón de una carne asada (ya se me antojó), envolviendo unos aguacates para meterlos en la estufa para que se maduren o a falta de papel higienico, en el baño de una casa.
Por esos motivos, hace ya mucho que no ansío salir fotografiado, el solo hecho que la imagen de mi perfil griego termine en usos tan escatológicos, me provoca escalofríos, o al menos envolviendo una fruta, mejor no. Porque al menos yo, cada que tengo que limpiar las ventanas de mi casa, la primera sección que busco es la de sociales o avisos de ocasión.
Pienso que las fotos de "sociales", sirven entre otras cosas, para que algunos chistosos, busquen como contactar a las asistentes al evento para decirles que ahi estuvieron con ellas, como lo hacía alguien que conocí.
Pero si no hay remedio y no queda de otra y salgo fotografiado en un periódico, ojalá sea porque hice algo que valga la pena y que eso se recuerde un poco mas de lo que dura limpiar un cristal.

martes, 10 de agosto de 2010

Versiones piratas

Hace poco me enviaron un enlace para ver un video en youtube en que salían cortos de una película turca, de esas de los buenos contra los malos, en donde los buenos eran nada mas y nada menos que el Capitán América que luchaba contra una banda de malitos que vestían como el Hombre Araña. Lo mas curioso es que al Capitán América, lo acompañaba en su lucha contra el mal, ni mas ni menos que, como lo mencionaban en su promoción, "el heroe nacional de México, El Santo". Y ahí estaban las versiones turcas de los super heroes y del Santo, dando mandarriazos a diestra y siniestra.
Ahí mismo, en los videos relacionados, se podía ver entre otras curiosidades, la versión india de Superman. Las dos eran hasta eso, graciosas, pero me llamó la atención como se fusilan personajes por aquellos lugares y hacen sus versiones locales, algunas bastantes malitas, otras peores, otras curiosas; pero todas tenían un común denominador, que eran "piratas".
Pues no pasó mucho tiempo para que sin proponermelo, comprobé que por acá en México, no cantamos mal las rancheras. Ví como una película mexicana, quería formar parte del cine de artes marciales, del estilo de las de Bruce Lee, Jackie Chan o de todas las otras de los 70's. Lo mas chistoso, es que por lo menos en esa película que pude ver, es que era mas bien un tipo de capirotada, en la que había de todo, un pistolero americano, un karateca chino malo como la carne de puerco, un forajido mexicano, entre otros que formaban el bando de los malos; y los buenos eran todos mexicanos, que cuidaban quien sabe que cosa, que es sobre lo que andaban los malitos. Muchos de esos por cierto, se parecían entre sí, lo que no parecían era actores.
Pero si por capiroteado, se entiende una revoltura de todo, ahí no paraba la cosa, porque además de los que formaban los dos bandos, faltaban los meros meros, de los buenos, que entre otros andaba por ahí el Indio Fernández, pero no como karateca, con su traje y toda la cosa, si no como una especie entre shaman y revolucionario, con todo y su sombrerote. Así que el resultado era algo así como que de chile, dulce y manteca, por tanta revoltura, que si uno se descuidaba, capaz y se indigestaba.
Creo que tanto en la India y Turquía, por decir algo, como por acá, nos da por copiar, cosas que se ven por otros lados y que han funcionado y resultan versiones piratas, que por quererlas hacer ver locales, quedan nada mas como versiones piratas.
Yo por eso mejor me levanto temprano el fin de semana y me pongo a ver al Santo original o si quiero ver peleas de artes marciales, mejor busco al original en una película de Bruce Lee o de algún otro karateca y no un cara azteca, que si no hubieran querido copiar tanto, quien sabe, a lo mejor les habría salido algo bueno.

¿Cómo se me ve?

Entre toda la gente que se encuentra uno caminando por la calle, llama la atención muchas veces el estilo que tienen de vestir. Desde la chica que se viste casi como si fuera a ir a un antro y en realidad está viendo las baratas de Zara, hasta la que parece que tuvo una desgracia personal y se quemó su casa con todo lo que había dentro y no quedó una sola prenda que ponerse, y tuvo que vestir con las sobras mas feas de su vecina. Los dichos no son nada mas por que si, por algo llegaron y se quedaron; eso de que "de la moda lo que te acomoda", me viene a la mente muy seguido, específicamente cuando veo que alguna persona se viste como si su peor enemigo fuera su consejero en moda. Desde la chica llenita, que usa minifalda, boina, botas del "Perro Aguayo" y colores chillantes; hasta la señora que se pone una playera con la imagen de Lady Gaga y pantalones a la cadera, no porque sean a la cadera, sino porque ya no suben más allá de la cadera, porque son tal vez talla 11, pero esa talla es mas que evidente que la sobrepasó hace buen tiempo ya, (tal vez lo que necesitan estas personas es una talla 11 un poco mas grande). No es un tema solo de mujeres con sobrepeso, puede ser la mujer que se viste muy desfasada con su edad, como si fuera una jovencita o la que se quedó en el tiempo de la ficha roja, aquella canción de Parchis. Tampoco es una cosa exclusiva de las mujeres, también los hombres padecemos de eso y llegamos a caer en casos como vestir como si fuera el pariente perdido de los Jonas Brothers o usar cuellos de tortuga con prominentes barrigas. Me llego a preguntar, ¿quien les dijo que se veían muy bien vestidos así? ¿Será que piensan que van a lastimar a la persona si le dicen que se ven mal de esa forma? Cuando la acompañan ella, de compras ¿por que no evitan que gasten en algo que tal vez se le vió muy bien a una amiga con otro físico totalmente distinto al de su esposa o novia y le proponen escoger algo distinto? Yo prefiero que me digan la verdad y me hagan ver que algo no me queda bien, en lugar de verme como si me puse lo que estaba disponible en un albergue. Creo que con tantas imagenes de personas "bonitas", que vemos a cada momento en televisión o en los anuncios de las revistas, tenemos una imagen muy marcada de lo que se ve bien, si, se ve bien, pero no a todos, por eso se llegan a ver algunos crimenes a la propia apariencia, eso sin contar que algunos o algunas buenas hijas, convenzan a su mamacita, ya mayor a usar algún producto que no sea tinte, porque lo ven en los anuncios y quieren, como buenas-os hijas-os, que sus señoras madres se vean bonitas y terminan viendose como caballeros de zodiaco. Yo prefiero, hacer o recibir, un comentario, sincero y realista, a que me den por mi lado o guarden silencio.

jueves, 5 de agosto de 2010

Cuando no depende de uno mismo

Ojalá siempre fueran buenos días, que siempre salieran como esperamos, todo lo que hacemos, porque, esperamos que salgan bien. Pero, no es así, existen días buenos, días regulares, días malos y días peores; pero cuando a un mal día le agregamos que las cosas resultan mal porque a alguien se le pasó algo y uno tiene que dar la cara y lo aderezamos con la frustración, explicaciones que rondan los pretextos, presiones externas, todo junto, da como resultado un pésimo día, algo para olvidar, pero el caso es que esos momentos se hacen largos, que dejar que el tiempo resuelva las cosas, sería muy tentador, pero, no se resuelve nada y no queda mas que dar la cara otra vez, y tratar de salir lo menos raspado que sea posible, aunque aveces ya estamos mas aporreados que nada. A eso sumar que si una parte de nosotros está en otra parte, las cosas aparentan ser mucho mas pesadas. Creo que la peor situación en que uno puede estar es amarrado de pies y manos sin poder hacer nada más que esperar que ese alguien, de quien se depende, dé una respuesta, mientras se ve como pasa cruelmente el tiempo y no se siente apoyo de nadie y aparte no se capta el tamaño de la urgencia. ¿Qué hacer en un caso así? Solo queda esperar que las cosas terminen lo mejor posible.

miércoles, 4 de agosto de 2010

El trabajo de buscar trabajo

Platicando con una persona mas o menos cercana, de distintas cosas, me dijo algo que me llamó la atención, "Aquí como en muchos lugares fuera de México, se contrata a las personas que no son buenas en su trabajo, por el solo hecho de que conocen a alguien, o son blancos, bonitos o porque tienen un carro chido. Por eso a mi nunca me dieron trabajo". Pensando en eso, me digo a mi mismo, mi mismo, puede que sea cierto a medias, porque si bien es cierto que muchas veces la gente no domina su trabajo como debiera, y suponiendo que llegó a ese lugar por una recomendación, tarde o temprano a esa persona la reacomodarán o saldría de ese lugar; y preguntandome, si esta persona que me comentó eso, tuviera la oportunidad de ayudar a alguien a que consiguiera un trabajo, ¿dejaría de hacerlo? No es incorrecto o inmoral tener buenas relaciones con quien se pueda, es muchas veces abre puertas, muchas veces, cuando uno menos se lo espera, resulta que alguien con quien uno estaba bien relacionado, dió buenas referencias. La buena presencia o la buena apariencia, en algunos trabajos es muyu importante. Pero, el que digamos que nunca pude obtener un trabajo porque soy feo, me dice, que tal vez era algo mas que no tener amistades que me jalaran. Puede ser que la actitud al solicitar un empleo no fue buena, tal vez llegué no solicitando, sino exigiendo trabajo, porque, conozco mas de una persona que no resultó muy agraciada por la naturaleza y están trabajando, así que no es que contraten solo gente bonita. Creo que antes de estar buscando por que la gente es mala o tengo mala suerte en uno y otro lugar, debería de ver que hay en mí que puedo cambiar, desde la manera en que me presento en el lugar solicitar un empleo, como me presento, hasta que tan preparado se está para el puesto; porque, una vez que sea rechazado, es normal, pero que siempre sea rechazado, siempre me hagan los mismo comentarios, sería señal de que algo tengo que cambiar en mi persona o en mi actitud. No niego que en estos tiempos hay gente que pasa tiempo y mas tiempo, buscando un empleo, lo que digo es por lo que me dijeron. El comentario que me hicieron, me pareció mas bien un poco de complejo mezclado con pesimismo y con esos dos pesos encima, no se puede hacer mucho, ya bastante es con la carga de que tengamos que salir a buscar un trabajo, que es más cansado que el trabajo mismo.
Hasta que no superemos nuestros complejos, no llegaríamos muy lejos, porque los mismos complejos no impedirían avanzar.

La profesión del amor

Hace un tiempo, en twitter, entre todo lo que va saliendo ahí, leí una frase "Es hermoso el amor entre artistas", y eso me llamó la atención y me pregunté, de ser cierto eso, que amolada nos dieron a los que no somos artistas o al menos aspirantes a artista. ¿Cuántos artistas habrá por cada mil habitantes en el País? ¿Cuántos habrá en la ciudad de donde soy originario? ¿Cuántos habrá en donde vivo ahora? Luego de pensar un poco sobre esa afirmación, (como dos minutos), me contesté a mi mismo, que si es cierto, ha de ser hermoso el amor entre artistas, si... y entre doctores, ingenieros, arquitectos, deportistas, albañiles... El amor es hermoso, o debería serlo, por esl solo hecho de ser lo que es, amor. El amor no necesita de título universitario u oficio. No porque los médicos conozcan a fondo la anatomía humana, les garantizaría que fuera mejor el amor entre dos doctores que el resto de la humanidad, o que entre dos ingenieros, lograran encontrar una fórmula matemática perfecta para lograr un amor mas hermoso o que entre artistas, se pensara que por ser mas sensibles, experimentaran mas a fondo una mejor expresión del amor o entre albañiles construyeran una amor superior y con mejores cimientos. ¿Y que pasaría si se mezclaran oficios o profesiones? La frase me pareció mas una especie de expropiación o el conociemiento de un un lado de la historia, como si no existiera la diversidad o fuera exclusivo de un sector el conocimiento de "hermoso amor". Lo cierto es que todos podemos experimentar un amor hermoso, no importa a lo que nos dediquemos, porque si sentimos amor, sentimos algo hermoso, no importa que estemos desempleados. Muchos artistas han querido representar al amor, ya sea en su música, en pinturas o en letras de alguna canción y todos se han quedado cortos. Es algo que no podemos describirlo, pero todos sabemos que ahí está, que sabemos cuanodo lo hemos sentido. Podría decirse que el amor es algo virtual, sabes que está ahí, pero no está, no lo puedes ver, solo sabes que está. Si el amor fuera una persona, ¿qué carrera habría escogido?
En una ocasión leí una encuesta entre jovenes a los que les preguntaban ¿como piensan que sería Jesucristo si viviera en nuestro tiempo? Las respuestas fueron muy simpáticas, desde el que decía que sería un líder de esos que se paran al frente de un mitín o una marcha; los que pensaban que sería inteligente y serio y la chica que decía que sería muy guapo y vestiría a la moda. En fin lo que cada uno decía, es como le gustaría que fuera según su gusto o tal vez viendose a si mismo y buscando un Jesucristo a la medida propia, a imagen y semejanza propia. Pues algo similar podría aplicarse al amor, puede ser hermoso entre gente universitaria, gente que apenas sabe leer, personas con doctorados, entre personas de distintas nacionalidades y creencias, entre hombres y mujeres, hombres y hombres y mujeres y mujeres; porque si hay algo que tiene el amor, es que no es elitista y a todos nos puede toca en algún momento, en cualquiera de sus modalidades.

lunes, 2 de agosto de 2010

Un día como hoy

Hace ya seis años, (como ha pasado el tiempo) que llegué a Guanajuato, sin saber lo que me esperaba, aún ahora no se que me espere, pero hace seis años estaba peor. Me tomé mi tiempo para agarrar el camino al sur, desde que me lo propusieron, hasta el momento en que llegué a donde me encuentro ahora. Luego de pensarlo un tiempo decidí que si la tomaba, casi cualquier cosa es preferible a llegar a pensar el odioso "¿qué habría pasado si lo hubiese hecho?" Así que luego de cuatro días que tomé para buscar casa, un lunes 2 de agosto, agarré mis cosas y, yo lo menciono, fusilándome una frase de un libro de Carlos Fuentes, que, "dejé el orden de mi casa, para llegar al desorden de mi libertad". Que si hice bien o mal o si fue la decisión correcta, creo que aún es demasiado pronto para contestar eso. Ha habido de todo como en botica, momentos malos, peores, buenos y mejores; gente de todo tipo y sus costumbres. Me salió mi lado pseudo antropológico, viendo las diferentes formas de ser de la gente, si a eso se le suma que vine a dar a un pueblo, pues fue mas divertido. Cosas que me llamaron la atención, como que la gente use gruesas chaquetas y bufanda y en ocasiones hasta guantes... en julio o agosto, porque esta "frío" en las mañanas, bueno, ¿frío en esa fecha y en este hemisferio? Que a la menor seña de frío invernal, saquen sus abrigos; que para casi todo usen tapabocas o que muchas veces tenga que circular en las calles del pueblo, al paso del ciclistas o del caballo que va adelante. Muchas veces dije la frase "costumbres de pueblo", pero no había estado tan seguro de lo que significaba, hasta que llegué aquí, que a pesar de estar muy cerca de una ciudad como León, Guanajuato, conservan esas costumbres.
¿Qué me pasó con el cambio? No se aún, ¿soy otra persona? Yo mismo, solo puedo decirlo en cuanto al aspecto, en cuanto a mi persona, no lo se, eso lo podría decir la gente que trata conmigo.
Luego de llegar y darme cuenta que cuando uno se cambia a un lugar nuevo, no tiene nada, cosa que se puede decir, pero ya vivirlo es otra cosa; me puse a explorar el lugar en donde estaba. Cada que a alguien le decía de donde vengo, se me quedaban mirando y me preguntaban "¿y que estas haciendo en ese pueblo? Salte de ahí".
Pues han pasado ya seis años y aquí sigo, no me he salido, le he encontrado al lugar sus ventajas y desventajas y quien sabe, tal vez me he acostumbrado a vivir en desorden pero libre.

domingo, 1 de agosto de 2010

Cuando las cosas se venden por si mismas

En todas partes, en todas las ciudades existen lugares tradicionales. También cualquier ciudad que vayamos hay lugares que son o la gente que los frecuenta, los presume como que son clientes, no tanto que sean exclusivos, pero si por arriba, aveces bastante arriba de lo que el promedio pudiera acostumbrar asistir. Hay lugares que reunen ambas, que han llegado a ser tradicionales y que son un lugar que los clientes frecuentes pueden llegar a presumir que lo son. Desde que llegué a León me dí tiempo de ver lugares de todo tipo y obvio, he llegado a pasar por esos lugares que algunos presumen ir y que son ya tradicionales. Como por ejemplo, los restaurantes "El rincón gaucho" y uno llamado "Frascatti". El primero que por el nombre, obviamente es de estilo argentino y la especialidad es la carne, si bien, no está mal, la verdad he comido mejor en otros lugares y los platillos parecen una solicitud de empleo, de esas que se compran en la papeleria, todas iguales, solo cambia el nombre del solicitante. Pareciera que los platillos, al menos los que pedimos la presona que iba conmigo y yo y los que alcancé a ver a mi alrededor del lugar lleno a esa hora; estuvieran hechos en serie, las guarniciones todas iguales y algo raquíticas. Claro está, lo importante de un platillo, en este caso la carne, es lo mas importante, pero las guarniciones son parte del platillo. Hombre, si hasta en lugares como "Chili's" o restaurantes mas pequeños, ponen esmero desde la presentación, se esperaría mas de un lugar del cual llegan a presumir que los fines de semana o para una comida de negocios, va la gente, porque, según llegan a decir, es el mejor de la ciudad.
En una ocasión, escuché por casualidad como un hombre joven platicaba con otro, un poco presumiendo y otro poco en queja, que cada que quería quedar bien, llevaba a su chica a comer al "Frascatti" y comentaba a cuanto ascendía la cuenta al final, que si era algo alto. Tuve la oportunidad de ir a este restaurante con mi novia, especialista en comida italiana. El lugar, un poco, digamos, gastado, como haciendole falta una pulida y pintada al mobiliario y al piso. Portavasos con nombres de compañías, que nada tienen que ver con alimentos o bebidas, meseros con uniformes llenos de comerciales, algunos tampoco tienen que ver con alimentos, el lugar mismo con mas de un comercial de lugares un tanto populacheros. Servicio no muy bueno, tardado en un principio, después pareciera que hicieran las cosas con ganas de molestar.
Viendo eso y platicando que muchas veces dan mejor servicio en lugares que no tienen la misma tradición o el renombre de estos, que por eso mismo se esperaría recibir, pregunto ¿por que dejarse? ¿es tan difícil hacer que las cosas se parezcan a la fama que se ha ganado? o como me decía mi novia, "lo que pasa es que son marcas que se vende solas ya", entonces, como se venden solas, ¿se relaja lo principal?
Tal vez sea muy exigente, pero hay ocasiones que pareciera que nos conformamos con muy poco.