sábado, 30 de octubre de 2010

¡Que miedo!

Al leer en el periódico las noticias, me parece que muchas veces son recicladas. Me acuerdo que por falta de imaginación, de noticias o por aquello de que el año pasado alguien no alcanzó a leerlo; en un periódico de mi ciudad casi cada julio o agosto, mas o menos, hacian reportajes de los trabajos que se hacian bajo el sol y las que pasaban al soportarlo, por aquello de las altas temperaturas. Pues ahora veo que cada año, desde que radico en Guanajuato, veo por estas fechas de octubre, sobre todo ya a finales, notas o comentarios sobre el halloween, que si algunos se quejan porque no venden calaveras del día de muertos porque la gente prefiere las calabazas, que si es una fiesta extranjera, que si todos contra el halloween, que hay que acabar con esa fiesta pagana... En una ocasión escuché a un conductor de televisión en México, que decia palabras mas, palabras menos, que "afortunadamente ya casi no se celebra el 'jalogüin', los que lo celebran, es porque se quieren sentir nativos de Estados Unidos". Será porque soy del norte de México, es decir, cercí mas cerca de los güeros, que de Maria Sabina o mas cerca de Sea World que de las pirámides, que no me parece raro que los niños salgan a pedir dulces la noche del 31 de octubre, yo mismo lo llegué a hacer de niño, pero nunca me he sentí ni me he sentido estadounidense, al contrario, creo que sin haber salido de mi país, tenía lo bueno de los dos lados de la frontera. Otro argumento que dan los "antijalogüinistas" es que no es una tradición mexicana, eso es muy cierto, no lo es, pero, la navidad tampoco lo es y no he escuchado a ninguno de los conservadores-nacionalistas que se quejan por la entrada de costumbres extranjeras, que se vuelquen en contra de celebrar en la noche del 24 de diciembre.
Que si es algo que pone en riesgo las tradiciones mexicanas, ¿por que entonces no trabajar en saber de donde somos, por que se celebran y que significan? pero sin romanticismos. Cuando en los 90's Madona estaba en su mejor momento, se llegó a decir que vendría a México, muchas personas pusieron el grito en el aire diciendo que no debería venir, que un espectáculo como el de ella ponía en riesgo nuestras buenas costumbres y tradiciones. Con todo respeto para esas personas y para los antijalogüinistas, si Madona o el haloween, me va a quitar mi identidad, es que en realidad nunca tuve identidad. Madona ya vino, se presentó y no veo que los valores de que tanto presumen los conservadores, hayan desaparecido. Los niños siguen saliendo a pedir su halloween y no veo que desaparezcan nuestras tradiciones por esa causa. Si se van perdiendo, es mas bien por culpa nuestra, por no saber de donde venimos, por no saber bien su significado, por estudiarnos a nosotros mismos; pero claro, es mas fácil echar culpas a otros y mas complicado buscar en nosotros mismos.
Otra cosa con que se ataca el halloween, es que es una fiesta pagana, que tiene que ver con brujeria. Yo no he visto ni aquí ni he sabido que suceda en otra parte, que algún niño haya caido en garras del mal al pedir dulces en halloween disfrazado de momia. Si, es cierto que tiene ese origen, incluso es cierto que algunas personas hacen cosas que tienen que ver con hechiceria o artes ocultas, pero en general, es una fiesta para eso, hacer fiesta o pedir dulces, es decir, para la mayoría ha perdido su significado original.
¿Que pasaría si en Suecia, Rusia o China, celebraran el 2 de noviembre el día de muertos o pidieran posada con su nacimiento o prepararan tamales en sus fiestas? Seguramente muchos estarían orgullosos de que las tradiciones mexicanas traspasaron fronteras. Pero eso si, que nada entre, porque perdemos nuestra identidad por disfrazarnos o comernos una hamburguesa.
Tal vez primero deberiamos estar seguros de donde venimos, quienes somos y hacia donde vamos, y de esa forma no importa que costumbres recibamos del extranjero. Hoy sigue estando vigente El Laberinto de la Soledad de Octavio Paz, para agarrar un norte sobre nosotros mismos.

viernes, 8 de octubre de 2010

No seas payaso

De chico, muy chico, veía en televisión un programa en el que salía Pipo, un payaso muy popular en Monterrey, que para cuando yo lo veia ya tenia muchos años de salir en la tele. El mismo Pipo fue antes, el primer Bozo en México, allá mismo en Monterrey, que hacia el personaje del payaso Bozo, original de Estados Unidos; ya luego le pasaron el personaje a otra persona en México y que se conoció mas a nivel nacional, tanto que cuando los genios de la televisión recuerdan al personaje, se olvidan o ni siquiera lo toman en cuenta a quien lo personificó primero en el país. Bueno, también me acuerdo de Cepillín, el que cantaba con voz chillona la canción que iba mas o menos, "en el circo de Cepillín, me encontré una guitarra, tara tara la guitarra...". Otros de los que me acuerdo son los Vips, como el restaurante; Globito; un payaso muy mamón pero divertido que se llamaba Betín, todos de Monterrey; y algunos otros, sin contar los que veia en los circos, cuando me llevaban. Casi todos los payasos que recuerdo tenían en común los zapatotes, el maquillaje excesivo, las pelucas y que hacían reír, por lo menos los que conocia, a costa de si mismos y de los compañeros payasos; también en que muchas veces estabamos niños y adultos riendonos de lo que hacían; si alguien se tomaba una foto con alguno de esos payasos, normalmente eran niños y eran para el album de recuerdos. Luego empecé a conocer mas payasos, pero mención especial, obvio, merece Pennywise, el payaso malvado de la novela de Stephen King, Eso, que también fue película, (creo que muchos después de ver la película le tuvieron miedo a los payasos). Luego Krusty, el payaso fumoador de Los Simpson o Homie the clown, que no era otra cosa que Homero vestido como Krusty. Pero aún el de caricatura hacía bromas en base a si mismo.
Ahora han cambiado las cosas, al menos en un programa de Guadalajara en el que salen dos payasos, un tal Lagrimita y otro que se llama algo así como Costel; no usan los grandes zapatos y tampoco pelucas, el maquillaje no es tan abundante, vamos, algunas mujeres usan mas que ellos; en su programa no se ven muchos niños, mas bien se ven muchachillas de entre 13 y 19 años; las canciones que cantan no son nada que tenga que ver con circos, animales o niños, mas bien son canciones románticas, en las que el tema de la canción y del video (porque tienen video y son parte de la programación de canales musicales) son, el que canta enamorando a una muchachca y le pide ser algo mas que amigos (Amigos no); cuando las cantan las huerquillas estan gritando, como si de esa manera expulsaran el exceso de hormonas. En youtube, al menos a uno de ellos le hacen videos y en los comentarios ponen que esta bien bueno, en perfiles de facebook ponen fotos del perfil que se tomaron con esos payasos. Cuando cantan, tienen un muchachas que les hacen coreografía; de entre ellas al menos dos con bastante sobrepeso, vistiendo como el resto de chicas, con minifalda y blusa ajustada y los payasos se la pasan el programa haciendo bromas del peso de las dos chicas y de las personas que participan en los concursos y diciendo "que barato".
Tal vez gusten mucho a algunos este tipo de payasos, pero yo me quedo con los payasos originales, esos que usaban pantalones holgados, muy holgados, tirantes y que no necesitaban cantar para provocar el escándalo de la muchachada, para escándalo mejor Pennywise, y sobre todo que al menos caracterizados, no se sienten guapos, porque van a hacer reir y a no reirse de los que van a verlos.

miércoles, 6 de octubre de 2010

¿Que dijo?

Hay ocasiones en que viendo televisión o leyendo el periódico y sobre todo, navegando en internet, me encuentro con palabras que originalmente no estaban en el diccionario. "Tuitealo", dicen al hecho de escribir algo en el Twitter, (menos mal que a esa red le pusieron twitter, que tal que le hubieran puesto Cool, no quiero imaginarme como dirían en español a la hora de poner un mensaje) . A la hora de inventar palabras somos maestros, por ejemplo a la hora de manejar, hay que ver por los espejos, (espejear); como si no fuera mas fácil llamar las cosas por su nombre, o será que como vivimos de prisa, es muy tardado decir "fijate en los espejos para que veas si viene algún otro carro". En días pasados ví la noticia de un chavo de unos 19 años que había quemado unos cajeros automáticos y que luego de un año lo agarraron (algunas veces si se pone a trabajar la policia). Al susodicho lo agarraron, entre otras cosas por su apariencia, rastas, tatuajes, cicatrices; y a la hora de interrogarlo, dijo ser de un grupo que practica el veganismo, (o sea, ¿es vegetariano, es decir practica el vegetarianismo?), está a favor del cuidado del medio ambiente (¿quemando cajeros?), y de los animales (espero que no se haya quemado algún perro cuando quemó el cajero). También decía ser "ecoanarquista"; ahí fue en donde me detuve, lo anterior lo iba entendiendo, pero ¿que rayos es un e-c-o-a-n-a-r-q-u-i-s-t-a? Será tal vez alguien que está a favor de la ecología y de la anarquía, (otra vez, ¿quemando cajeros?... ¡Teeeeerca Maria!). Y los que no son ecologistas, pero son anarquistas y les gustan las carnitas ¿como se les llamará? ¿carnianarquistas? ¿A los que no son anarquistas, pero si ecologistas y les gusta la onda de pintar muros, les diremos "ecografiteros"? ¿A los que les gusta la música dark y son anarquistas "anarcodarketos"? Y así sucesivamente, con todas las combinaciones que se nos ocurran o que vayan saliendo, por ejemplo yo que procuro no tirar basura en la calle y le voy a los Rayados del Monterrey, sería ecorrayado. La cosa es que nos encanta andar inventando palabras para esto o para aquello, como si no existieran, al grado que el español que hablamos ahora; algunos en lugar de hablarlo, pareciera que lo masacraran; es bastante diferente al que hablaba Cervantes. Obviamente al no ser una lengua muerta, el lenguaje cambia, pero yo me pregunto ¿para que cambiar algo para lo que ya existe algo? ¿para que inventar palabras para nombrar algo, si ya hay maneras de nombrarlo? ¿Que es mas fácil, inventar o buscar algo que por ahí debe de estar? Aveces me siento viejo al preguntarme eso, pero pienso para mi mismo, mimismo siempre has sido así, no te apures, no has cambiado mucho en eso. Me gustaría saber si los que se dicen pertenecientes de grupos radicales, para empezar, saben exactamente lo que es la radicalidad y, estos ecoanarquistas, sabran exactamente lo significa la anarquía y lo que es vivir en un estado anarquico y otra cosa, ¿de verdad serán radicalmente ecológistas? ¿No tiraran basura, escupiran en la calle, apagaran las luces o ahorraran agua, radicalmente? Tal vez me ponga muy exigente con esas preguntas, pero, al menos yo, no presumo de algo que no puedo practicar totalmente, (tal vez este chavo si practique lo que dice radicalmente), por eso a lo mejor me queda grande eso de ecorrayado, porque a pesar de que trato de no tirar basura en la calle, es probable que pudiera hacer mas; por eso yo creo que soy mas bien "carnirrayado", porque me gusta la barbacoa y le voy al Monterrey.

domingo, 19 de septiembre de 2010

El primer día del resto de mi vida

Domingo 19 de septiembre de 2010, 11:50 p.m.


El día de hoy me desperté temprano. Temprano para un domingo, un día libre, tomando en cuenta que me acosté muy tarde; eso me sucede muy seguido, me acuesto muy tarde y a las 7 u 8 de la mañana, estoy con el ojo pelón y ya sin sueño. Pero bueno, me desperté temprano, a eso de las 8 de la mañana, pero decidí que no me quería levantar aún, asi que hice el intento de dormir un poco mas; cosa que si logré. Pero luego volví a despertar y pensé que no, mejor cambiaba mi decisión y me dije, ¿que mejor que aprovechar un día como hoy, después de todo, un día como hoy, solo lo hay una vez al año?
Puede ser que haya mucho por el que recordar un 19 de septiembre. En lo personal, no voy a decir que lo recuerde por ser el día que vía la luz del día por primera vez ¿o será que fue la luz del día la que me vio a mi? Será mejor decir que fue el día en el que dí el primer alarido y que alguien me escuchó, porque eso de ver la luz del día, si es que la pude ver, habría sido unos tres días después del 19 de septiembre, en que salí junto con mi mamá del hospital, y si se trata de empezar a contar la fecha en que empecé a dar lata en este mundo, fueron algo así como 24 horas antes en que comencé a molestar a mis afligidos padres, sobre todo a mi mamá, que con todo y muchacho que se negaba dejar su zona de confort, (como el día de hoy, como que si, como que no, como que no se anima). Soy de esas últimas generaciones, tal vez, a las que nos permitieron desde muy, muy pequeños, tomar decisiones, al menos una, importante, eso que ni que, nacer. Yo decidí cuando era el momento, como el mandatario de un país, que debe tomar una importante decisión crucial para su pueblo y decide cuando es el momento justo, sin importar lo que opinen los adversarios, así debe ser. Así yo y muchos otros, decidí cuando, no me puse a pensar si mis padres estaban en una fiesta o tenían visita en casa, ese era mi momento, el momento justo. ¡Ah cuanto compadezco a quienes no les permiten tomar esa decisión y deciden por ellos! ¿Por que se toman esa libertad? ¿No se ponen a pensar que tal vez están haciendo algo importante ahí en donde están, tal vez estaban comiendo y los interrumpieron? Yo por mi lado, me aburrí, creo yo, de la comida que servían ahí dentro, ya no me satisfacía y me salí porque tenía ganas de chicharrón en salsa verde y cabrito.
Pero bueno, tomando en cuenta que para fines prácticos se acostumbra a celebrar a la persona el día en que dio el primer grito enfrente de un tipo vestido de blanco, cuando en realidad deberíamos celebrarnos cuando empezamos a existir, es decir al momento de la concepción, pero eso la verdad sería medio complicado y además tal vez pondría a mas de una pareja en situaciones incómodas.
Así que me dirigí al baño para verme al espejo y me dí cuenta de que me veía exactamente igual que un día antes, y luego de asegurarme de la fecha que era y comprobar que sí, que era el día indicado, me dije a mí mismo, "mimismo, por no pasan los días, lo años ya veremos, tampoco te pongas tan exigente".
La primera llamada que recibí fue la mi amá, y entre otras cosas me preguntó que ¿cómo me sentía con un año más? Creo que a todos nos preguntan eso, yo la verdad, tal vez peque de optimista para alguno, pero no siento que tenga a cuestas un año más, al contrario, me siento mas liberado, siento como si todos recibieramos un costal con todos los años que deberíamos de vivir y al cumplirse uno mas la carga se hiciera mas liviana. Así que de mi bonche de tiempo que recibí ya repartí un año mas. ¿Que si fue bien o mal repartido? Creo que mucho lo he compartido con quien he querido y que pensado en su momento que se merecía que se lo compartiera, y eso, creo yo, es ganancia, después de todo es mi tiempo.
En ocasiones, durante mi vida, me siento de tal o cual forma, según sea la situación, acodándome a personajes de libros que he leído o visto en películas. En estos momentos, me siento un poco como se menciona mismo Dante Alighieri en la Divina Comedia, a la mitad de mi vida. Tal vez sea muy optimista, porque nadie sabe cuanto va a vivir, pero Dante andaba mas o menos en mi edad cuando escribió el libro. Tal vez algún día me sienta como Job, el de la Biblia.
He visto mucho en lo que llevo vivido, pero me falta mucho mas por ver, aún trato de no perder el sentido de asombro; aún en ocasiones me quedo viendo al cielo, como tonto dirán algunos, cuando veo un cielo azul a mas no poder o un atardecer cuando conduzco en carretera.
Me gustaría no llegar a ser un viejo aburrido. Me habría gustado saber lo que sé ahora, que no es mucho, cuando tenía 17 años; pero la vida es cruel, nos da juventud inexperta y nos la quita dándonos experiencia, nunca nos da todo al mismo tiempo.
Escucho que muchos dicen que no les preguntaron si querían criarse con costumbres de una religión u otra, si querían se bautizados o llamarse de tal forma; me parecen quejas estériles, tampoco les preguntaron si querían nacer para poder quejarse de esos temas. Yo tengo mucho que agradecer por todo el tiempo que he pasado en este mundo, que por cierto, tampoco me preguntaron si quería venir, cierto, pero yo con mi curiosidad felina; por aquello de que por eso falleció el gato; quise ver que había por acá. He tenido momentos buenos, malos y de los otros, pero siempre he aprendido de todos ellos, la vida me ha dado la oportunidad de conocer gente interesante de la que he tomado cosas para la vida diaria (algunas cosas para usarlas y otras para evitarlas).
También tengo muchas personas a las cuales agradecerles, pero principalmente a mis padres, que siempre han estado conmigo, aunque lejos físicamente, que siempre me aguantaron las malas rachas y que a final de cuentas, soy lo poco bueno que pueda ser, gracias a ellos, la gran mayoría de lo bueno que pueda saber, es por esas dos personas; lo malo, lo aprendí por mi cuenta.
También tengo que agradecer a Dios el tiempo que me permite vivir, la vida que me dio a través de mis padres, Él me ha hecho lo que soy y no muy seguido me tomo el tiempo para agradecerlo.
Hoy al salir, procuré ver las cosas de una manera optimista, creo que me salió, ¿mañana? mañana será otro día, pero saldré otra vez con ojos optimistas, después de todo ¿que puede haber que no tenga remedio?

sábado, 11 de septiembre de 2010

Septiembre me gustó pa que te vayas

Por alguna extraña razón, el mes de septiembre lo tengo siempre presente, todo empezó al inicio de mi vida en el exterior. Pero no es solo porque sea mi cumpleaños en septiembre o porque se celebren Independencia, Niños héroes o la fundación de mi ciudad, Monterrey. En septiembre han sucedido muchas cosas desde que tengo uso de memoria y muchas mas antes de que la usara.
Una de las primeras que podría mencionar, el temblor de la ciudad de México, recuerdo que acababa de entrar a la secundaria y vi la noticia en mi casa, no alcancé a notar de que tamaño era la desgracia hasta un poco después. Luego, ya en la prepa, un tremendo huracán que al parecer no se esperaba tan fuerte, que azotó Monterrey, casi el mismo día de la Independencia. Pasó el tiempo y ya entrado el milenio, el tan llevado y traído 11 de septiembre, que unos cuates, tarados, que odiaban a los Estados Unidos, decidieron matar gente de varias nacionalidades.
En lo personal, el mismo 11 de septiembre, pero de otro año, significó algo mas, no era que me pusiera trágico, tal vez era mas bien un poco de nostalgia, al ver, no literalmente, a un familiar irse lejos, que en ese momento, no se sabía si se volvería a ver o cuando se volvería a ver. Tal vez era nostalgia por saber que cuando se estuvo cerca no se dijeron muchas cosas y se desperdició el tiempo en cosas poco agradables.
Obviamente no era que uno quisiera que se quedara, yo habría hecho lo mismo si se me presentara la oportunidad, no porque este deseoso de irme; pero no deja uno de sentir que tal vez pase mucho tiempo antes de volver a ver a esa persona; que haya vuelto ya una vez, por cualquier razón, es otra cosa, pero en ese momento no era posible saberlo.
Pero para cuando nos damos cuenta ya ha pasado una semana, un mes, un año y nos damos cuenta de como ha pasado el tiempo, solo pienso, en que deseo que esté lo mejor posible.
Septiembre está lleno de fechas importantes para mi y aunque quisiera, no podría pasar de largo, ninguno de sus días.

lunes, 6 de septiembre de 2010

La edad de la inocencia


No me considero un conservador, no tanto. No por querer evitar ser conservador se va a tirar a la basura lo que es bueno y ha sido bueno desde siempre. No por evitar que se me vean los calzones por la parte trasera del pantalón, quiere decir que soy un conservador anticuado que no evoluciona a las corrientes modernas del vestir; es simplemente, que me parece desagradable, o que prefiero que exista algo de misterio en mi. O tal vez es que no uso ropa interior, bueno, eso último no es algo que acostumbre.
Cuando llegué a Guanajuato y empecé a frecuentar la vida nocturna de León, hubo algo que me llamó la atención, no fue propiamente en los antros de moda de la ciudad, mejor dicho en los bares. Cuando por primera vez en uno de esos tantos bares de la ciudad que empecé a visitar y que algunos, sigo visitando, que entre la clientela están de todo tipo, mujeres, hombres, jóvenes y algunos mayores, muchos seguramente solteros otros con sus detalles, novios y otras, hombres y mujeres de familia... literalmente de familia.
Entre bebidas, alcohólicas obviamente, música a todo volumen, hombres en grupos o con pareja, que muchas veces son lo que se le llama, "ojo alegre", mujeres con buen o mal gusto para vestir, algunas en su vestimenta sobria, otras de un estilo mas sexy y otras mezclando todo lo anterior, me llamaba la atención que muchas veces, si no es que hasta ahora en cada visita que hago a un bar, llegara al menos, un grupo o pareja acompañados de sus hijos. No hijos mayores, mas bien, menores, muy menores a la edad legal local, es decir 18.
El desfile es largo, desde los que llegan con niños, literalmente, mucho menores a la edad del acné, hasta los que llegan con su porta bebé, obviamente el porta bebé ocupado y no con las cosas que ella cargaría en su bolsa de mano, si no con un pequeño casi siempre dormido; lo cual muchas veces convierte al menos a una sección del bar en una especia de sucursal de la primaria, sin exagerar.
Especialmente recuerdo una ocasión en que en un bar, de temática taurina, en el que a cierta hora los meseros escogen a chicas, para que enfrente de todos se pongan a bailar encima de una mesa y los espectadores masculinos se pongan a viborearlas y a gritarles cualquier lindura; en pocas palabras, las suben para echar desmadre y ver viejas. Pues en una ocasión en ese lugar se juntaron dos situaciones, un hombre mas que tomado, echando ojos lascivos a las chicas que se movían o trataban de moverse al ritmo de la música que les ponían, la actitud del mismo hombre, por demás desagradable y una mesa cercana en la que la pareja, sobre todo el hombre, de un aspecto no muy fino que digamos, (pelo largo y oxigenado en la parte de atrás), que como buena familia, iban acompañados de sus hijitos, uno de brazos y una niña de unos cinco años, que cuando vio que pasaban a bailar muchachas, le pidió a papi que ella también quería bailar y como buen padre, el "rubio" hizo lo que cualquiera hubiera hecho, claro, hablarle al mesero y pedirle que lleve a su retoño al frente para que todos la vean bailar; yo creo que lo hizo para evitar que tenga un trauma en su vida por no bailar en frente de un local lleno de clientes medio borrachos. Y ahí estaba la chiquilla con su carita de inocencia bailando encima de la mesa y luego sonriente se vuelve con sus amorosos padres. Así que entre mesas en las que muchas veces la mitad de los que están sentados son niños, pasan las horas, altas horas de la noche, en el bar.
No voy a decir que sean malos padres, no soy quien para decir algo así, lo que si me pregunto a mi mismo, mimismo ¿qué le puede pasar por la cabeza a un papá o mamá para que a la hora de que se ponen de acuerdo y deciden ir con otros amigos o incluso solo la pareja, digan, "si, vamos al bar a pasar un rato alegre, ahí el ambiente se pone bien, andale junior, vistete y ayudale a tu hermanita porque voy a llegar otra vez tarde porque no se apuran niños"?
No me considero mocho ni demasiado conservador, pero no me parecen ni lugares ni horas para que niños de entre 5 y 13 años o aunque tuvieran 17, asistan, por la sencilla razón de que es un bar, un lugar de adultos, ya tendrán ellos la edad y la forma de poder entrar a un bar, si así lo quieren, cuando tengan edad para hacerlo. No tengo hijos, pero si algún día llegara a tenerlos, por lo menos yo, si quisiera salir a un bar, no llevaría a mis hijos, simplemente no es un ambiente para niños.
Como cada quien decide lo que es correcto o no para sus hijos, los que acostumbren llevar a sus niños a esos lugares, pues ellos sabrán, como los que les compraban la canción de "Mesa que mas aplauda" a sus niñas, siendo una canción de table dance, podrá ser algo inofensivo pero sigo pensando, ni una cosa, ni la otra, son algo para niños. Eso si, solamente en León, específicamente, he visto niños en bares, tal vez, aquí son mas abiertos mentalmente hablando, y si no es así, ¿donde están las autoridades que se supone vigilan eso?

martes, 31 de agosto de 2010

El taco "nice"


Todos en algún momento hemos comido al menos una vez tacos. Se podrá presumir de muchas cosas a la hora de hablar de la alimentación, que si se asiste a los mejores lugares de la localidad, que si a mi lo que me importa es el servicio, que si mi paladar es demasiado refinado como para comer lo que los nacos comen; pero ya sea en casa o en la calle, alguna vez hemos caido a la tentación de comernos unos buenos tacos; despues de todo, para los mexicanos, el taco, es lo que a los vecinos del norte la hamburguesa o el hot dog o a los japoneses, esos fideos que hasta en los estadios venden. Y que decir si uno como hombre quiere quedar bien con una chica, lo último que nos pasa por la cabeza es llevarla a comer tacos (bueno, depende, habrá quienes si). Pero bueno, si de comer lo que pudiera llamarse "comida rápida mexicana" se trata, hay que irlo adaptando; si en un tiempo tomar tequila era considerado como una última opción, luego de que Jimador "afresó" la bebida con su publicidad, ya pedir una botella de tequila en un antro, no es visto con ojos de extrañeza o de "vienen a gastarse la quincena".

Pero volviendo a los tacos, los podemos encontrar establecidos o en su carrito en alguna esquina. Pues en una de esas tantas vueltas a León, Gto. que me doy, andando por la zona mas acomodad de la ciudad, un buen día me dí cuenta que había una humadera que no había antes, y gente alrededor de la misma, y un letrero que anunciaba la venta de tacos. Luego de un tiempo me convencieron de ir; la verdad sea dicha, eso de comer tacos en la calle lo agarré hasta ya de mayor, y hasta la fecha, me llego a poner mamón y no donde quiera me acerco a comer. La primera impresión que me dió, no fue la del expendio propiamente dicho, mas bien, de la persona que está ayudando a acomodar los coches que van llegando, un hombre de unos 28 años y vestido de una manera que si bien era informal, se veía bien, nada que ver con lo que puede uno imaginarse de un viene-viene común y corriente. Como es un lugar en la calle, cada quien se va a comodando como puede en las calles cercanas, asi que puede que haya que caminar media cuadra cuando mucho. Ya llegando a la esquina taquera y viendo la variedad del menú, se notaba lo que dije antes, la adaptación, en este caso, a la clientela, no se trataba de dar nada mas tacos de carne llena de nervio o cosas así, mejor, sirloin, arrachera, rib eye, etc. Las personas que atendían se veían del tipo del que habita la misma zona acomodada de la ciudad, por su aspecto sobre todo. De la clientela, ¿que decir? pues vuelvo a lo anterior, podemos notar en el aspecto de la persona, en la vestimenta, en la forma de hablar, en el coche que conducen, mas o menos de que extracto social son. Así que entre camisas Abercrombie, Lacoste, coches Audi o camionetas enormes de reciente modelo, relojes caros, acentos fresas y pláticas sobre cargos a su tarjeta de crédito equivocados, llegamos a pedir nuestra orden.

Uno puede no extrañarse de que en un lugar al que va gente de clase social baja, los modales escaceen, como que me pasen por enfrente de la cara el brazo, porque quieren alcanzar la sal; lo que se puede notar en esta parada, es que no importa que tan presumido se pueda ser, que tan de la alta sociedad se pueda ser o sentir, no importa tampoco que sea egresado de una universidad privada; las distancias entre extractos sociales se acortan y el agandalle esta presente a cada momento, como casi quitarle la silla a otra persona para ganarsela y hacerse como el que la virgen le habla.

Otra cosa que se ve, es que, si yo puedo caminar a lo mucho media cuadra, puedo decir que no es una distancia grande, pero, hay personas que de ser posible, prefieren evitar la fatiga, como una pareja de señores, no se podría decir que ancianos, mayores, si, pero no ancianos y que si pueden manejar, también pueden caminar unos pasos, pèro en lugar de eso, llegaron en su automovil de reciente modelo y subiendose a la banqueta esperaron a que se acercaran a tomar su pedido, como diciendo "tengo derecho".

Podrá ser en un mercado popular de un pueblo o en una zona medio alta-alta, los tacos son los tacos y nunca será lo mismo comerlos en Taco Bell, pero también, pareciera que por mucho que se presuma y por mas "nice" que sea el puesto de tacos, los modales y la educación, a algunos se les olvida o se adaptan al lugar en donde están o a lo que se cree que es la manera correcta de ser; ¿o será que se enseña el cobre?

viernes, 20 de agosto de 2010

Respeto

Nací en una familia católica, mi madre me enseñó las primeras oraciones; aún recuerdo cuando cuando me eseñaba a persignarme. De entre otras cosas que me enseñó, está el respeto, respeto a Dios y a los demás, no importa si está mas amolado que yo, si es mas prieto, feíto o andrajoso. También me enseñó a respetar a los demás por su creencia, después de todo, creen en el mismo Dios, decía. Recuerdo el regaño que me dió porque se enteró que me burlé de un compañero de escuela del que todos hacían burla por su manera un tanto afeminada de hablar, no es disculpa el que todos lo hagan, decía palabras mas, palabras menos.
Por eso ahora que escucho a un cardenal de la religión que yo pertenezco, siento, para empezar, pena ajena y pienso que le hizo falta un regaño de parte de su madre, ya que aparte de la forma en que se refirió a los homosexuales, incluyó la soberbia en sus palabras.
Es muy difícil practicar lo que se predica, si en los evangelios se pide que se ame al pecador, si para la iglesia católica, como todas las religiones cristianas el homosexualismo no es aceptable; ¿no debería el cardenal amar, aún a los homosexuales? ¿No debería de evitar la soberbia, al ser esta un pecado? ¿Por que convertirse en verdugos? ¿Qué hay que hacer en estos tiempos? ¿Crucificar homosexuales?
Es tanta la soberbia del cardenal, que agradezco que Cristo haya venido hace dos mil años, porque si viniera ahora, capaz que se le volvería a crucificar y tal vez no serían los judíos, si no los propios cristianos los que lo matarían. Y si viniera a México, podría ser que el propio cardenal Sandoval, estaría en primera fila, por que el condenado cometió el delito de haber abrazado a homesexules o como dijo el cardenal, maricones y lesbianas.
¿Por que esa obstinación de pretender que todos los habitantes de una ciudad, estado o país, se rijan por los preceptos o moral, de una religión, por muy mayoría que ésta sea?
Nunca me inscribieron en colegios religiosos, cosa que agradezco ahora que se un poco como son desde dentro. Pienso que una cosa es la instrucción o preparación y otra aparte la religión.
Yo cuando pienso en un sacerdote o en la religión católica, no pienso en los cardenales como el señor Sandoval Iñiguez, pienso mas bien, en el sacerdote que en mi ciudad puso con mucho esfuerzo un comedor para gente pobre, en el que servían dos comidas diarias; pienso en el sacerdote que a las tres de la mañana fue a ver a mi abuelo poco antes de morir o en el padre estadounidense, que en una colonia de mi ciudad, hacía él mismo bloques con una máquina prestada, para construir la capilla de la colonia en que estaba.
Ahora cuando me pregunten si soy católico, como Catón, voy a contestar, si, pero no tanto.

martes, 17 de agosto de 2010

Sociales

En mi tierra, cada viernes o sábado, de entre todas las secciones del periódico, deportes, local, nacional, etc. se incluían otras más, una de ellas, "Sociales", que no es otra cosa que eso, notas de sociedad, incluyen fotos, sobre bodas, quinceaños, graduaciones, despedidas de solteros, baby showers, nacimientos, etc. que por lo regular a nadie interesan, solo a los mismos que son protagonistas de dichas notas. En León, donde vivo cerca ya hace tiempo, la cosa no cambia mucho en el contenido, amigos por aquí, amiguis por allá, novios, novias, cuates en el antro, aniversarios, cumpleaños... etc. En la página de internet de un periódico local, al menos, salen noticias a diario (¡ah que sociedad tan activa!). Sinceramente, la gran mayoría de las personas que aparecen en esas secciones, puede ser que aparezcan otra vez, pero es muy probable que sea solo en esa sección, tal vez no por tener logros que a los demás mortales pueda importarles o que afecte positivamente a la sociedad. Muchas de las chicas y chicos posan para la foto ya sea en el antro o en la fiesta que cubre el diario.
Hablando por mi, de niño, quería ser importante, que me conocieran, que lograra hacer algo importante como para que mi foto saliera en el periódico. Tal vez podría al menos a medias, cumplir mi sueño de niño, asistiendo a una fiesta de alguien de sociedad, abriendome paso entre las personas para que sea reconocible mi imagen entre todos los que se acomoden. Pero, la verdad, pienso, ¿que final tiene el periódico? a fin de cuentas no es mas que papel, ¿cuánto me puede durar la "fama"? En el mejor de los casos el periódico termina limpiando las ventanas de una casa o de un negocio, tapando los cristales de una oficina que está en remodelación, prendiendo el carbón de una carne asada (ya se me antojó), envolviendo unos aguacates para meterlos en la estufa para que se maduren o a falta de papel higienico, en el baño de una casa.
Por esos motivos, hace ya mucho que no ansío salir fotografiado, el solo hecho que la imagen de mi perfil griego termine en usos tan escatológicos, me provoca escalofríos, o al menos envolviendo una fruta, mejor no. Porque al menos yo, cada que tengo que limpiar las ventanas de mi casa, la primera sección que busco es la de sociales o avisos de ocasión.
Pienso que las fotos de "sociales", sirven entre otras cosas, para que algunos chistosos, busquen como contactar a las asistentes al evento para decirles que ahi estuvieron con ellas, como lo hacía alguien que conocí.
Pero si no hay remedio y no queda de otra y salgo fotografiado en un periódico, ojalá sea porque hice algo que valga la pena y que eso se recuerde un poco mas de lo que dura limpiar un cristal.

martes, 10 de agosto de 2010

Versiones piratas

Hace poco me enviaron un enlace para ver un video en youtube en que salían cortos de una película turca, de esas de los buenos contra los malos, en donde los buenos eran nada mas y nada menos que el Capitán América que luchaba contra una banda de malitos que vestían como el Hombre Araña. Lo mas curioso es que al Capitán América, lo acompañaba en su lucha contra el mal, ni mas ni menos que, como lo mencionaban en su promoción, "el heroe nacional de México, El Santo". Y ahí estaban las versiones turcas de los super heroes y del Santo, dando mandarriazos a diestra y siniestra.
Ahí mismo, en los videos relacionados, se podía ver entre otras curiosidades, la versión india de Superman. Las dos eran hasta eso, graciosas, pero me llamó la atención como se fusilan personajes por aquellos lugares y hacen sus versiones locales, algunas bastantes malitas, otras peores, otras curiosas; pero todas tenían un común denominador, que eran "piratas".
Pues no pasó mucho tiempo para que sin proponermelo, comprobé que por acá en México, no cantamos mal las rancheras. Ví como una película mexicana, quería formar parte del cine de artes marciales, del estilo de las de Bruce Lee, Jackie Chan o de todas las otras de los 70's. Lo mas chistoso, es que por lo menos en esa película que pude ver, es que era mas bien un tipo de capirotada, en la que había de todo, un pistolero americano, un karateca chino malo como la carne de puerco, un forajido mexicano, entre otros que formaban el bando de los malos; y los buenos eran todos mexicanos, que cuidaban quien sabe que cosa, que es sobre lo que andaban los malitos. Muchos de esos por cierto, se parecían entre sí, lo que no parecían era actores.
Pero si por capiroteado, se entiende una revoltura de todo, ahí no paraba la cosa, porque además de los que formaban los dos bandos, faltaban los meros meros, de los buenos, que entre otros andaba por ahí el Indio Fernández, pero no como karateca, con su traje y toda la cosa, si no como una especie entre shaman y revolucionario, con todo y su sombrerote. Así que el resultado era algo así como que de chile, dulce y manteca, por tanta revoltura, que si uno se descuidaba, capaz y se indigestaba.
Creo que tanto en la India y Turquía, por decir algo, como por acá, nos da por copiar, cosas que se ven por otros lados y que han funcionado y resultan versiones piratas, que por quererlas hacer ver locales, quedan nada mas como versiones piratas.
Yo por eso mejor me levanto temprano el fin de semana y me pongo a ver al Santo original o si quiero ver peleas de artes marciales, mejor busco al original en una película de Bruce Lee o de algún otro karateca y no un cara azteca, que si no hubieran querido copiar tanto, quien sabe, a lo mejor les habría salido algo bueno.

¿Cómo se me ve?

Entre toda la gente que se encuentra uno caminando por la calle, llama la atención muchas veces el estilo que tienen de vestir. Desde la chica que se viste casi como si fuera a ir a un antro y en realidad está viendo las baratas de Zara, hasta la que parece que tuvo una desgracia personal y se quemó su casa con todo lo que había dentro y no quedó una sola prenda que ponerse, y tuvo que vestir con las sobras mas feas de su vecina. Los dichos no son nada mas por que si, por algo llegaron y se quedaron; eso de que "de la moda lo que te acomoda", me viene a la mente muy seguido, específicamente cuando veo que alguna persona se viste como si su peor enemigo fuera su consejero en moda. Desde la chica llenita, que usa minifalda, boina, botas del "Perro Aguayo" y colores chillantes; hasta la señora que se pone una playera con la imagen de Lady Gaga y pantalones a la cadera, no porque sean a la cadera, sino porque ya no suben más allá de la cadera, porque son tal vez talla 11, pero esa talla es mas que evidente que la sobrepasó hace buen tiempo ya, (tal vez lo que necesitan estas personas es una talla 11 un poco mas grande). No es un tema solo de mujeres con sobrepeso, puede ser la mujer que se viste muy desfasada con su edad, como si fuera una jovencita o la que se quedó en el tiempo de la ficha roja, aquella canción de Parchis. Tampoco es una cosa exclusiva de las mujeres, también los hombres padecemos de eso y llegamos a caer en casos como vestir como si fuera el pariente perdido de los Jonas Brothers o usar cuellos de tortuga con prominentes barrigas. Me llego a preguntar, ¿quien les dijo que se veían muy bien vestidos así? ¿Será que piensan que van a lastimar a la persona si le dicen que se ven mal de esa forma? Cuando la acompañan ella, de compras ¿por que no evitan que gasten en algo que tal vez se le vió muy bien a una amiga con otro físico totalmente distinto al de su esposa o novia y le proponen escoger algo distinto? Yo prefiero que me digan la verdad y me hagan ver que algo no me queda bien, en lugar de verme como si me puse lo que estaba disponible en un albergue. Creo que con tantas imagenes de personas "bonitas", que vemos a cada momento en televisión o en los anuncios de las revistas, tenemos una imagen muy marcada de lo que se ve bien, si, se ve bien, pero no a todos, por eso se llegan a ver algunos crimenes a la propia apariencia, eso sin contar que algunos o algunas buenas hijas, convenzan a su mamacita, ya mayor a usar algún producto que no sea tinte, porque lo ven en los anuncios y quieren, como buenas-os hijas-os, que sus señoras madres se vean bonitas y terminan viendose como caballeros de zodiaco. Yo prefiero, hacer o recibir, un comentario, sincero y realista, a que me den por mi lado o guarden silencio.

jueves, 5 de agosto de 2010

Cuando no depende de uno mismo

Ojalá siempre fueran buenos días, que siempre salieran como esperamos, todo lo que hacemos, porque, esperamos que salgan bien. Pero, no es así, existen días buenos, días regulares, días malos y días peores; pero cuando a un mal día le agregamos que las cosas resultan mal porque a alguien se le pasó algo y uno tiene que dar la cara y lo aderezamos con la frustración, explicaciones que rondan los pretextos, presiones externas, todo junto, da como resultado un pésimo día, algo para olvidar, pero el caso es que esos momentos se hacen largos, que dejar que el tiempo resuelva las cosas, sería muy tentador, pero, no se resuelve nada y no queda mas que dar la cara otra vez, y tratar de salir lo menos raspado que sea posible, aunque aveces ya estamos mas aporreados que nada. A eso sumar que si una parte de nosotros está en otra parte, las cosas aparentan ser mucho mas pesadas. Creo que la peor situación en que uno puede estar es amarrado de pies y manos sin poder hacer nada más que esperar que ese alguien, de quien se depende, dé una respuesta, mientras se ve como pasa cruelmente el tiempo y no se siente apoyo de nadie y aparte no se capta el tamaño de la urgencia. ¿Qué hacer en un caso así? Solo queda esperar que las cosas terminen lo mejor posible.

miércoles, 4 de agosto de 2010

El trabajo de buscar trabajo

Platicando con una persona mas o menos cercana, de distintas cosas, me dijo algo que me llamó la atención, "Aquí como en muchos lugares fuera de México, se contrata a las personas que no son buenas en su trabajo, por el solo hecho de que conocen a alguien, o son blancos, bonitos o porque tienen un carro chido. Por eso a mi nunca me dieron trabajo". Pensando en eso, me digo a mi mismo, mi mismo, puede que sea cierto a medias, porque si bien es cierto que muchas veces la gente no domina su trabajo como debiera, y suponiendo que llegó a ese lugar por una recomendación, tarde o temprano a esa persona la reacomodarán o saldría de ese lugar; y preguntandome, si esta persona que me comentó eso, tuviera la oportunidad de ayudar a alguien a que consiguiera un trabajo, ¿dejaría de hacerlo? No es incorrecto o inmoral tener buenas relaciones con quien se pueda, es muchas veces abre puertas, muchas veces, cuando uno menos se lo espera, resulta que alguien con quien uno estaba bien relacionado, dió buenas referencias. La buena presencia o la buena apariencia, en algunos trabajos es muyu importante. Pero, el que digamos que nunca pude obtener un trabajo porque soy feo, me dice, que tal vez era algo mas que no tener amistades que me jalaran. Puede ser que la actitud al solicitar un empleo no fue buena, tal vez llegué no solicitando, sino exigiendo trabajo, porque, conozco mas de una persona que no resultó muy agraciada por la naturaleza y están trabajando, así que no es que contraten solo gente bonita. Creo que antes de estar buscando por que la gente es mala o tengo mala suerte en uno y otro lugar, debería de ver que hay en mí que puedo cambiar, desde la manera en que me presento en el lugar solicitar un empleo, como me presento, hasta que tan preparado se está para el puesto; porque, una vez que sea rechazado, es normal, pero que siempre sea rechazado, siempre me hagan los mismo comentarios, sería señal de que algo tengo que cambiar en mi persona o en mi actitud. No niego que en estos tiempos hay gente que pasa tiempo y mas tiempo, buscando un empleo, lo que digo es por lo que me dijeron. El comentario que me hicieron, me pareció mas bien un poco de complejo mezclado con pesimismo y con esos dos pesos encima, no se puede hacer mucho, ya bastante es con la carga de que tengamos que salir a buscar un trabajo, que es más cansado que el trabajo mismo.
Hasta que no superemos nuestros complejos, no llegaríamos muy lejos, porque los mismos complejos no impedirían avanzar.

La profesión del amor

Hace un tiempo, en twitter, entre todo lo que va saliendo ahí, leí una frase "Es hermoso el amor entre artistas", y eso me llamó la atención y me pregunté, de ser cierto eso, que amolada nos dieron a los que no somos artistas o al menos aspirantes a artista. ¿Cuántos artistas habrá por cada mil habitantes en el País? ¿Cuántos habrá en la ciudad de donde soy originario? ¿Cuántos habrá en donde vivo ahora? Luego de pensar un poco sobre esa afirmación, (como dos minutos), me contesté a mi mismo, que si es cierto, ha de ser hermoso el amor entre artistas, si... y entre doctores, ingenieros, arquitectos, deportistas, albañiles... El amor es hermoso, o debería serlo, por esl solo hecho de ser lo que es, amor. El amor no necesita de título universitario u oficio. No porque los médicos conozcan a fondo la anatomía humana, les garantizaría que fuera mejor el amor entre dos doctores que el resto de la humanidad, o que entre dos ingenieros, lograran encontrar una fórmula matemática perfecta para lograr un amor mas hermoso o que entre artistas, se pensara que por ser mas sensibles, experimentaran mas a fondo una mejor expresión del amor o entre albañiles construyeran una amor superior y con mejores cimientos. ¿Y que pasaría si se mezclaran oficios o profesiones? La frase me pareció mas una especie de expropiación o el conociemiento de un un lado de la historia, como si no existiera la diversidad o fuera exclusivo de un sector el conocimiento de "hermoso amor". Lo cierto es que todos podemos experimentar un amor hermoso, no importa a lo que nos dediquemos, porque si sentimos amor, sentimos algo hermoso, no importa que estemos desempleados. Muchos artistas han querido representar al amor, ya sea en su música, en pinturas o en letras de alguna canción y todos se han quedado cortos. Es algo que no podemos describirlo, pero todos sabemos que ahí está, que sabemos cuanodo lo hemos sentido. Podría decirse que el amor es algo virtual, sabes que está ahí, pero no está, no lo puedes ver, solo sabes que está. Si el amor fuera una persona, ¿qué carrera habría escogido?
En una ocasión leí una encuesta entre jovenes a los que les preguntaban ¿como piensan que sería Jesucristo si viviera en nuestro tiempo? Las respuestas fueron muy simpáticas, desde el que decía que sería un líder de esos que se paran al frente de un mitín o una marcha; los que pensaban que sería inteligente y serio y la chica que decía que sería muy guapo y vestiría a la moda. En fin lo que cada uno decía, es como le gustaría que fuera según su gusto o tal vez viendose a si mismo y buscando un Jesucristo a la medida propia, a imagen y semejanza propia. Pues algo similar podría aplicarse al amor, puede ser hermoso entre gente universitaria, gente que apenas sabe leer, personas con doctorados, entre personas de distintas nacionalidades y creencias, entre hombres y mujeres, hombres y hombres y mujeres y mujeres; porque si hay algo que tiene el amor, es que no es elitista y a todos nos puede toca en algún momento, en cualquiera de sus modalidades.

lunes, 2 de agosto de 2010

Un día como hoy

Hace ya seis años, (como ha pasado el tiempo) que llegué a Guanajuato, sin saber lo que me esperaba, aún ahora no se que me espere, pero hace seis años estaba peor. Me tomé mi tiempo para agarrar el camino al sur, desde que me lo propusieron, hasta el momento en que llegué a donde me encuentro ahora. Luego de pensarlo un tiempo decidí que si la tomaba, casi cualquier cosa es preferible a llegar a pensar el odioso "¿qué habría pasado si lo hubiese hecho?" Así que luego de cuatro días que tomé para buscar casa, un lunes 2 de agosto, agarré mis cosas y, yo lo menciono, fusilándome una frase de un libro de Carlos Fuentes, que, "dejé el orden de mi casa, para llegar al desorden de mi libertad". Que si hice bien o mal o si fue la decisión correcta, creo que aún es demasiado pronto para contestar eso. Ha habido de todo como en botica, momentos malos, peores, buenos y mejores; gente de todo tipo y sus costumbres. Me salió mi lado pseudo antropológico, viendo las diferentes formas de ser de la gente, si a eso se le suma que vine a dar a un pueblo, pues fue mas divertido. Cosas que me llamaron la atención, como que la gente use gruesas chaquetas y bufanda y en ocasiones hasta guantes... en julio o agosto, porque esta "frío" en las mañanas, bueno, ¿frío en esa fecha y en este hemisferio? Que a la menor seña de frío invernal, saquen sus abrigos; que para casi todo usen tapabocas o que muchas veces tenga que circular en las calles del pueblo, al paso del ciclistas o del caballo que va adelante. Muchas veces dije la frase "costumbres de pueblo", pero no había estado tan seguro de lo que significaba, hasta que llegué aquí, que a pesar de estar muy cerca de una ciudad como León, Guanajuato, conservan esas costumbres.
¿Qué me pasó con el cambio? No se aún, ¿soy otra persona? Yo mismo, solo puedo decirlo en cuanto al aspecto, en cuanto a mi persona, no lo se, eso lo podría decir la gente que trata conmigo.
Luego de llegar y darme cuenta que cuando uno se cambia a un lugar nuevo, no tiene nada, cosa que se puede decir, pero ya vivirlo es otra cosa; me puse a explorar el lugar en donde estaba. Cada que a alguien le decía de donde vengo, se me quedaban mirando y me preguntaban "¿y que estas haciendo en ese pueblo? Salte de ahí".
Pues han pasado ya seis años y aquí sigo, no me he salido, le he encontrado al lugar sus ventajas y desventajas y quien sabe, tal vez me he acostumbrado a vivir en desorden pero libre.

domingo, 1 de agosto de 2010

Cuando las cosas se venden por si mismas

En todas partes, en todas las ciudades existen lugares tradicionales. También cualquier ciudad que vayamos hay lugares que son o la gente que los frecuenta, los presume como que son clientes, no tanto que sean exclusivos, pero si por arriba, aveces bastante arriba de lo que el promedio pudiera acostumbrar asistir. Hay lugares que reunen ambas, que han llegado a ser tradicionales y que son un lugar que los clientes frecuentes pueden llegar a presumir que lo son. Desde que llegué a León me dí tiempo de ver lugares de todo tipo y obvio, he llegado a pasar por esos lugares que algunos presumen ir y que son ya tradicionales. Como por ejemplo, los restaurantes "El rincón gaucho" y uno llamado "Frascatti". El primero que por el nombre, obviamente es de estilo argentino y la especialidad es la carne, si bien, no está mal, la verdad he comido mejor en otros lugares y los platillos parecen una solicitud de empleo, de esas que se compran en la papeleria, todas iguales, solo cambia el nombre del solicitante. Pareciera que los platillos, al menos los que pedimos la presona que iba conmigo y yo y los que alcancé a ver a mi alrededor del lugar lleno a esa hora; estuvieran hechos en serie, las guarniciones todas iguales y algo raquíticas. Claro está, lo importante de un platillo, en este caso la carne, es lo mas importante, pero las guarniciones son parte del platillo. Hombre, si hasta en lugares como "Chili's" o restaurantes mas pequeños, ponen esmero desde la presentación, se esperaría mas de un lugar del cual llegan a presumir que los fines de semana o para una comida de negocios, va la gente, porque, según llegan a decir, es el mejor de la ciudad.
En una ocasión, escuché por casualidad como un hombre joven platicaba con otro, un poco presumiendo y otro poco en queja, que cada que quería quedar bien, llevaba a su chica a comer al "Frascatti" y comentaba a cuanto ascendía la cuenta al final, que si era algo alto. Tuve la oportunidad de ir a este restaurante con mi novia, especialista en comida italiana. El lugar, un poco, digamos, gastado, como haciendole falta una pulida y pintada al mobiliario y al piso. Portavasos con nombres de compañías, que nada tienen que ver con alimentos o bebidas, meseros con uniformes llenos de comerciales, algunos tampoco tienen que ver con alimentos, el lugar mismo con mas de un comercial de lugares un tanto populacheros. Servicio no muy bueno, tardado en un principio, después pareciera que hicieran las cosas con ganas de molestar.
Viendo eso y platicando que muchas veces dan mejor servicio en lugares que no tienen la misma tradición o el renombre de estos, que por eso mismo se esperaría recibir, pregunto ¿por que dejarse? ¿es tan difícil hacer que las cosas se parezcan a la fama que se ha ganado? o como me decía mi novia, "lo que pasa es que son marcas que se vende solas ya", entonces, como se venden solas, ¿se relaja lo principal?
Tal vez sea muy exigente, pero hay ocasiones que pareciera que nos conformamos con muy poco.

miércoles, 28 de julio de 2010

En busca de explicaciones

Por azares del destino, por suerte o simplemente porque no me tocaba verlo en vivo y a todo color, las ocasiones en que han azotado, caido o como se diga, huracanes en mi ciudad natal, Monterrey, no he estado presente. El primero que recuerdo, el "Gilberto", en 1988, luego "Emily" en 2005 y ahora "Alex", que primero por salir de viaje, y luego porque ya no vivía en Monterrey, me enteré de lo que pasó y como pasó, solo por las noticias y por pláticas de mis padres y amigos. A eso hay que agregarle el tan llevado y traido "twitter" en el que se alcanzan a ver de todo tipo de comentarios, desde los que mencionaban el abuso en el precio de algunos productos, hasta recomendaciones para purficar el agua. De entre todos los mensajes que se alcanzan a recibir y a leer, hubo algunos que me parecieron medio macabros, primero por el tamaño de la desgracia, y luego solo me llamaron la atención, como el que decía algo asi como que, no podía evitarlo, pero le alegraba lo que estaba pasando en Monterrey, que la gente que conocía estaba bien y todo lo demás le alegraba. Otro que decía algo similar y que además la gente de allá se lo merecía o el que decía, del mismo autor de uno de los anteriores, palabras mas, palabras menos, que en Monterrey estaban pagando su "mal karma". Me llamaron la atención los mensajes, no solo porque sea originario de Monterrey, también porque noté que al tener todos acceso a la tecnología y existir medios como los blogs de todo tipo, las redes sociales, etc. se da rienda suelta a la expresión de las ideas y al mismo tiempo compartimos nuestros prejuicios, porque, ¿de que otra manera se le puede llamar a comentarios como esos? Si a la gente de Monterrey se le tiene por presumida, agarrada, mamona, no creo que no exista gente que se le pudiera catalogar de esa manera en Guanajuato, Guadalajara o Torreón. Tal vez es que es que Monterrey es mas grande, al menos que dos de esas ciudades y por simples matemáticas es probable que en Monterrey haya mas que en una ciudad mas chica, con esos defectos. Pero lo que es de llamar la atención es que se culpe a un "mal karma", de eventos naturales. En 2008 Sharon Stone, con todo y su brillo de estrella de Hollywood, declaró que el sismo en China en que murieron muchas personas, era por el mal karma que estaban pagando por todo lo que China le hizo al Tibet, cuando el problema fue mas bien por las placas tectónicas que se acomodaron en ese momento o tal vez esas placas venian desde el Tibet y cobraron venganza contra los malditos chinos. Pareciera que en algunas ocasiones, en que hay explicaciones lógicas y científicas, buscamos otras explicaciones mas rebuscadas e incluso filosóficas y en algunas, pseudo filosóficas, porque, ¿cómo es que van a ser tan fáciles las cosas? El caso es complicarnos la existencia buscando aqui y allá cuando la respuesta la tenemos en frente. El buscar ese tipo de respuestas o explicaciones, mas que hacer ver a la persona como alguien culto o sabio, le presenta como ignorante, porque solo se repiten cosas ya hechas y se predican, solo por encima, cuestiones metafísicas, sin informarse o que es lo que se dice y por que se dice. Si ser afectado por un sismo o un huracán, es un pago por un "mal karma", ¿que debían los que vivían de camino de la costa a Monterrey? Tal vez también son presumidos o mamones pero como son de lugares pequeños, tienen menos promoción, dirán algunos. Yo no se que tan malos sean en Mexicali, pero si me guio por esa lógica desvelada, han de ser de lo peor, porque que tremendo sismo les tocó. En Chile han de ser peores que en su tiempo fueron en Sodoma y Gomorra, porque el sismo que le tocó fue tan fuerte que hasta afectó a todo el mundo, tanto que cambió el eje de la Tierra y nos quitaron tiempo de cada día. Pero, bajo esa lógica trasnochada, que de lógica tiene muy poco, pagan inocentes por culpables, porque se puede decir que si alguien le tocó pagar y no debía nada, luego le irá muy bien, pero, ¿y si murió? ¿y si el que murió era tan pequeño como para tener "mal karma"? ¿y si los padres que sufren la perdida de un hijo pequeño tampoco tenian "mal karma"? ¿que caso tiene que les fuera bien a esos padres si perdieron a un hijo ya? ¿cómo les puede ir bien, después, a los fallecidos para compensar su muerte? Esos intentos de verse cultos, espirituales o muy profundos, se queda solo en la superficie y no hacen mas que mostrar a una persona ignorante y prejuiciosa. Muchas veces parece que tenemos la necesidad de complicarnos la vida buscando respuestas en muchos lugares cuando la respuesta la tenemos en frente de nosotros, eso sin contar que solo se repiten frases hechas, sin saber o entender lo que se dice.

viernes, 23 de julio de 2010

El mal vecino

La primera impresión que tuve al conocer a la que iba a ser mi vecina, ya hace algunos años, fue, como cualquier persona que uno llega a conocer, sobre todo si es una persona mayor, no una anciana, pero si una respetable persona mayor, que podría no solo ser mi madre, también podría ser mi tía, hermana mayor, bastante mayor, que mi mamá. Después de la primer llamada de atención, (¿o habrá que decir que recomendación?), de no dejar abierta la puerta principal del edificio, todo con el afán de que se guardara un orden, las buenas costumbres y la seguridad de todos los habitantes del lugar; todo fue sucediendo de buena manera, una vez que me instalé. Las clásicas presentaciones de "quien es usted y yo soy tal", hasta ahí todo bien, tanto que pasé por alto que los primeros "buenos días", se extendieran por media hora o aveces mas, si a eso le sumo que se enteró de donde soy originario y la buena señora vivió ahí, otra media hora de platica. No tardé mucho en conocer algunas de las costumbres de mi vecina, como que al momento de llegar a su departamento a eso de las nueve de la mañana, luego de pasar la noche en casa de su hermana, ponga las noticias en el radio a un volumen, que si hacia una llamada por teléfono, la otra persona escucharía la información "al momento", o que en un sabado a eso de las seis de la tarde, escuche una transmisión por radio, de un partido de fútbol de equipos de Monterrey, a todo volumen y estando muy lejos de allá. ¿Será acasi la señora es muy aficionada al fútbol? No, luego me enteré que asi acostumbra hacer, aunque no este en casa. Algunas otras costumbres, que noté al poco tiempo fue que mi respetable vecina, estaba muy al pendiente de quien entrara o saliera del edificio o pasara cerca de su puerta, digo, en mas de una ocasión en que yo pasé por su puerta, salía a ver quien era o a preguntar que tipo de bichos eran los que encontró en su casa, pero, ¿quien guarda luego de matarlos, unos bichos que encontró para luego averiguar su especie?
Asi que sin buscarlo, me enteré de donde es originaria, donde ha vivido, donde viven sus hijas y hasta lo que acostumbraba hacer los fines de semana con su difunto marido. Tengo que reconocer que tengo la mala costumbre de que si alguien, en una plática, dice algo en lo que no este deacuerdo, doy mi opinión y en mas de una ocasión se han alargado esas pláticas. Pues puede llegar a ser una mala costumbre si uno se encuentra a uno mas necio. Con mi vecina me pasó en mas de una vez, luego de decir lo que pensaba, me arrepentía y no paraba de decirme a mi mismo, "andale, quien te manda darle cuerda". Todo estaría bien si uno entendiera que el otro, o tiene algo que hacer o que simplemente ya no quiere platicar, y mi vecina, nunca entendió ninguna de las dos hasta que tuve que ser un poco, solo un poco, mas directo y decirle que me disculpara, que tenía que irme, no sin que se le viera que estaba molesta por cortar la plática.
Si hay algo que no me gusta y creo que a nadie nos gusta es que nos pregunten ¿por que hacemos esto o aquello dentro de nuestra casa. Pues creo que ese fue el momento en que de mi parte, al menos, empecé a sentirme incomodo, porque la respuesta mas común que uno puede dar si le preguntan que "¿por que mueve los muebles de su casa?" no sería, que "porque estoy haciendo el aseo vecina", no, lo primero que se me vino a la cabeza fue, "pues nada mas porque se me hincharon". Pero luego de reprimir ese primer impulso y cambiar la respuesta por otra mas agradable, pensé, bueno, ¿que le pasa a esta señora?
No se si para mi buena o mala fortuna, caí de su gracia, luego de que ella misma me cortó la luz, "porque estaba viendo que bomba de agua es la que no dejaba de funciona", "pues si señora, pero al menos avise, ya perdí lo que estaba haciendo en la computadora", "pues las dos cosas son importantes". A partir de ahí, mi vecina, no me dirige la palabra, no me regresa el saludo y si necesita algo, conmigo no viene. Yo de todas formas la saludo si me la encuentro en los pasillos o en la calle y compruebo que mucha de la gente que presume de ser caballeros o damas de buena educación, muchas veces la dejan de lado por cosas muy simples, como por ejemplo tener que retirarse porque tal vez se llegó la hora del partido de fútbol. Por eso creo que me he convertido en un mal vecino.

jueves, 22 de julio de 2010

¿Qué hago aquí?

Hace ya tiempo que me dijeron que iniciara un blog, no como un diario, mejor dicho como para sacar lo que que se quisiera platicar en ocasiones, como si fuera de una manera terapeutica, es decir, compartir las opiniones propias, que, hay que ser sinceros, a nadie interesan. Como el título de un libro de mi paisano Gabriel Zaid, Los demasiados libros, yo diría, los demasiados blogs. Es decir, aquí estoy, poniendo mi parte para sobre cargar la red, aunque con o sin mi ayuda estaría igualmente cargada. Pero aparte de eso último, sigo preguntandome ¿qué rayos hago aquí? Y me contesto a mi mismo, que con el tiempo averiguaré que hago aquí, tal vez, y si no, tampoco será algo que me quite el sueño.